700 mil kilómetros de hielo se derritieron en la Antártida por efecto de El Niño

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El fenómeno de El Niño sigue causando estragos en el mundo. Una región helada de unos 700,000 kilómetros cuadrados, del tamaño del Estado de Texas, se derritió en la Antártida.

El fenómeno climático fue tan drástico durante los años 2015 y 2016 que incluso ocasionó lluvias en la Antártida -donde nunca llovía-, lo que aceleró el derretimiento del hielo.

El Niño en la Antártida tuvo como consecuencia que se derritiera un área enorme cercana a la barrera de hielo de Ross, la región helada flotante más grande en todo el mundo. El fenómeno climático llevó a la Antártida corrientes de aire húmedo y caliente que ocasionaron se derritiera parte de la corteza de hielo e incluso ocasionó lluvias en la región.

Al derretirse el hielo se formó una especie de piscina de agua que permaneció allí durante 15 días. Esto es algo muy grave porque la presencia de agua puede acelerar el derretimiento de más hielo.

La Antártida es la región más fría de la Tierra y, por tanto, allí nunca llueve, con la excepción de en algunas de sus costas. Si se derritiera por completo la barrera de hielo de Ross tendría como consecuencia el desplazamiento del hielo submarino hacia la superficie y, por tanto, el alza del nivel de los océanos por hasta varios metros, lo que sería castastrófico para las zonas costeras en todo el planeta.

El hecho de que los científicos ya predijeron que el fenómeno El Niño no hará más que empeorar durante los próximos años indica que esto apenas es el comienzo. Lamentablemente, en el futuro la Antártida sufrirá más el cambio climático y esto tendrá graves consecuencias.