Vivió seis días con el cadáver de su esposa

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Wendy Davison murió a sus 50 años a causa de un cáncer cervical, con el cual luchó mas de una década y que perdió la batalla en abril pasado cuando murió en su casa de Derby, en el Reino Unido. Tanto fue el impacto para su esposo Russell Davison, quien decidió mantener el cuerpo de su mujer en casa para evitar que acabara en la morgue.

Ademas Russel asegura que le “rompió el corazón” la muerte de su esposa y por ello tomó la tomar la difícil decisión mantener el cuerpo y pasó seis días durmiendo junto al cadáver de su esposa. Su objetivo era poner en tela de juicio la actitud de la sociedad ante la muerte.

“La muerte parece ser un tema tabú en nuestra sociedad. Nadie quiere hablar de ello”, explica Russell Davison. “No quería que acabara en una funeraria. Preferíamos cuidar de ella en la casa familiar, tenerla en nuestra habitación para poder dormir con ella”, dijo.

La mujer fue diagnosticada con cáncer en 2006, pocos días después de su cumpleaños 40. En aquel entonces, ella y su marido decidieron afrontar la enfermedad de manera “natural”.

“No estábamos preparados para poner su vida en manos de los doctores. Queríamos llevar a cabo nuestra propia investigación y hacer todo lo posible para mantener a Wendy con vida”, asegura Russell.

En el 2014, los médicos le dijeron a Wendy Davison que le quedaban 6 meses de vida. La pareja decidió entonces que dedicarían el tiempo a viajar por Europa. Un periplo que, a la postre, acabaría siendo “la mejor época de sus vidas”.

El pasado mes de septiembre, sin embargo, tuvieron que volver a casa cuando los dolores que padecía Wendy se volvieron insufribles.

Aunque en un principio fue internada en el Royal Derby Hospital, Wendy y Russell decidieron que no moriría allí. En su lugar, determinaron que la familia cuidaría de ella en casa y que su cuerpo permanecería allí hasta ser incinerado.

Wendy murió el pasado 21 de abril y según Russell, ha gozado de la compañía de familia y amigos durante los últimos días de Wendy fue una “experiencia bonita y reconfortante”.