Cuántas posibilidades hay de morir en una moto en comparación con un vehículo

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Los que han conducido alguna vez una moto y un carro habrán notado la diferencia que existe entre ambos. La moto ofrece una sensación de libertad y velocidad, por lo que parece razonable pensar que ir en moto en la carretera es bastante más arriesgado que conducir un vehículo pero, ¿cuánto?

Ride Apart ha elaborado un artículo sobre los peligros del motociclismo en carretera a través de los datos en Estados Unidos (datos que posiblemente se pueden extrapolar en mayor o menor medida al resto del mundo occidental).

Según las últimas estadísticas disponibles por la NHTSA del país (la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras), en el 2015 murieron 4.976 personas que viajaban en motocicleta por EUA. Esto significa un aumento del 8.3% desde el 2014 (en ese caso 4.594 muertes).

Estos son unos resultados sobre la base del total de 8.6 millones de motocicletas en las carreteras de EUA en 2015.

Por ejemplo, la tasa de mortalidad por vehículo registrado para motocicletas fue de 6 a 7 veces superior a la tasa de mortalidad de los “ocupantes de carro” en 2014. De hecho, los motociclistas en el 2014 también eran hasta 27 veces más propensos a morir en un accidente que los “ocupantes de un vehículo”, y tenían casi cinco veces más probabilidades de ser heridos.

En el 2015 la NHTSA informó que el 33% de los conductores de motos muertos fueron “resultado directo” de la velocidad del conductor. Más datos, alrededor del 40% de los motociclistas muertos en 2015 no llevaban casco. Y además estos casos tienden a unirse a los motociclistas que tenían un nivel de alcohol en la sangre por encima del límite legal, lo que constituyó una gran parte del total de muertes, especialmente en los estados de Texas, Florida y California.

Ride Apart recuerdan que las estadísticas apuntan a una serie de pasos proactivos (y de sentido común) que deberían ser recordados por todos los motociclistas para hacer que la conducción sea más segura: usar un casco, no conducir ebrio y sobre todo, intentar no correr donde no debemos.