Construir vínculos duraderos toma tiempo en las parejas, pero también requiere valores como la seguridad, honestidad, apoyo, confianza y responsabilidad, entre otros.
Para los expertos aquello que nos proporciona tranquilidad proviene de la seguridad que tenemos en nosotras mismas y en las personas que nos rodean.
Es por eso que una relación con límites sanos es ideal para crecer con amor y madurez.
La seguridad en una relación se caracteriza por la capacidad que tenga la persona de admitir sus errores y asumir sus valores, actitudes y creencias.
Debes de tomar en cuenta además que es muy difícil mantener una relación, sea de cualquier tipo, sin sinceridad. Este aspecto permite que la convivencia entre ambas partes fluya sin que se estanque.
Este valor permite la apertura emocional y espiritual entre las personas que comparten el vínculo afectivo. Una comunicación asertiva, delicada y certera es propia de relaciones fructíferas.
Otro valor de mucha importancia es el apoyo, ya que el crecimiento sin apoyo es complejo.
De ahí que una debe relacionarse con aquellos individuos que empoderen, nos ayuden a convertir en mejores personas.
Cuando una relación cuenta con el apoyo que necesitan las dos partes, los resultados que se obtienen son maravillosos.
Un vínculo que contenga esto, posee: entendimiento, coraje y consideración.
No menos importante es la cooperación, esto significa ayudar a la persona, adelantarse a sus necesidades para impulsarla.
La cooperación no es más que hacer los esfuerzos juntos por lograr un objetivo importante que traerá beneficios.
¿Qué implica este valor tan importante?: tomar decisiones juntos, comprometerse y aceptar el cambio.
Pero, ¿debe existir confianza? Si. Pues si no crees plenamente en esa persona, ¿vale realmente la pena estar con ella? Es muy importante nutrir este aspecto para crear bases sólidas en una relación.
Alcanzar la confianza plena toma tiempo, pero no es imposible. De igual forma es necesario se tenga presenta la responsabilidad. Ser una persona responsable implica responder por las propias acciones y las del otro.
En una relación vale mucho aceptar y pedir disculpas cuando hay errores. Para lograr esto deben empezar por aceptarse a sí mismos.
