El coronel Inocente Montano implicado en el crimen de los sacerdotes jesuitas en 1989 negó categoricamente su participación en el crimen.
Durante la continuación del juicio que se lleva en su contra en España por ser uno de los militares salvadoreños vinculados al crimen de los sacerdotes jesuitas aseguró su inocencia.
Montano detalló durante el juicio que él carecía por ese entonces de poder de mando y tener participación del asesinato de los seis jesuitas y dos colaboradoras en la sede de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
El coronel aseguró que su función era más de tipo administrativo, como viceministro de Seguridad Pública.
El acusado detalló que el delito lo cometieron los soldados, no lo cometieron los policías, que son los que estaban a cargo de su persona.
Mencionó que la función de tipo operativo la tiene solo el Estado Mayor de la Fuerza Armada.
No obstante, la fiscalía española acusa a Montano de haber participado en la decisión, diseño o ejecución de asesinato al considerar que si era parte de una estructura paralela, al margen de la legalidad, razón por la cual piden hasta 150 años de prisión.
La fiscalía advierte además que según la justicia española, el procedimiento no prescribió, porque la investigación inició de los 20 año de plazo en 2009.
