En el Día Mundial contra el Cáncer, conoce los riesgos y consejos para fomentar la prevención

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Cada 4 de febrero es el Día Mundial contra el Cáncer, esto promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC).

¿Qué es el cáncer?

?El cáncer es un grupo de enfermedades que se puede originar en cualquier parte del cuerpo y que hace que un grupo de células del organismo crezca de manera anómala e incontrolada generando una masa o bulto. Esto ocurre en todos los cánceres salvo en la leucemia, que es cáncer en la sangre.

En el caso de que no se trate, este tumor suele avanzar sobre los tejidos circundantes y producir matástasis en otros puntos del cuerpo.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Un gran número de enfermedades no transmisibles se pueden prevenir y comparten los mismos factores de riesgo. Los expertos estiman que los cinco principales riesgos para la salud se relacionan con los hábitos y la alimentación. Ellos son: el índice alto de masa corporal, una baja ingesta de frutas y verduras, la poca o nula actividad física, fumar e ingerir alcohol excesivamente.

De acuerdo con el Ministerio de Salud argentino, los factores anteriormente mencionados, causan el 30% de las muertes por cáncer. Si bien la edad también es un factor de riesgo importante, el consumo de tabaco es el más relevante: produce el 22% de las muertes mundiales por cáncer en general y el 71% de los fallecimientos por cáncer de pulmón.

La misma fuente, también señala que los cánceres causados por infecciones víricas, como los virus de las Hepatitis B y C o por el Virus Papiloma Humano (VPH), son responsables de hasta un 20% de las muertes por cáncer en los países de ingresos bajos y medios.

Consejos para prevenir

Primero, es muy importante mantener un estilo de vida lo más saludable posible.

Al menos un tercio de los cánceres más comunes se pueden prevenir no fumando, reduciendo el consumo de alcohol, haciendo ejercicio y manteniendo una dieta más sana. Cuanto antes se adopten estos hábitos, mayores son la posibilidades de reducir el riesgo de cáncer en la edad adulta.

La detección temprana es otro factor esencial.

Hay que prestar atención a cambios o síntomas notorios, aunque la presencia en sí de uno o varios de estos síntomas no quiere decir que se tiene la enfermedad sino que hay que consultar lo antes posible con un médico. Además, hay que asistir a controles anuales para realizar estudios que colaboran con el diagnóstico precoz. 

Entre los signos a los que hay que atender se encuentran la presencia de bultos en cualquier parte del cuerpo; la pérdida de peso repentina o la falta de apetito; sangrados o hemorragias imprevistas; fatiga, cansancio, falta de aire o tos; complicaciones al tragar, al orinar o al realizar cualquier otra necesidad fisiológica; dolores; fuertes sudores nocturnos; cambios en las mamas; o cambios en un lunar o manchas en la piel.

Según informes, por año, en el mundo se diagnostican 14 millones de casos y la enfermedad provoca 9,6 millones de muertes. Algunas estimaciones indican que, aproximadamente, uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres tendrá cáncer en algún momento de su vida.