[VIDEOS] Conozca a detalle el milagro que hoy hace santo a Monseñor Óscar Arnulfo Romero

0
329

EL SALVADOR.- Hoy es un día memorable para toda la población salvadoreña y del mundo, debido a que se celebrará en El Vaticano la muy ansiada ceremonia de canonización del beato Monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien se convertirá en el primer santo del El Salvador.

Este sueño será una realidad en pocas horas,  gracias al milagro atribuido al arzobispo mártir del cual es testimonio la familia Rivas, quienes están presente en tan importante evento del cual son pieza fundamental.

¿Quiénes son los Rivas?

Alejandro y Cecilia se conocieron en el trabajo, cuando ella era recepcionista de una empresa constructura, mientras que Alejandro era el supervisor de topografía en un proyecto de la misma empresa.

En esa época Cecilia ya era madre de un niño; uno de los aspectos que le gustaron a Cecilia de Alejandro fue la cercanía con los niños.

 “A mí me gustaban los niños. Yo no tenía, ella sí. Un primo tenía un hijo y, en ese momento, era bien cercano porque vivía en frente de mi casa. Yo me sentía bien identificado con él. A ella le gustó eso”, comentó Alejandro.

Al tiempo, la relación floreció y decidieron formar un hogar. Rebeca es la primera hija de la pareja, aunque fue un embarazo de alto riesgo y con complicaciones debido a que Cecilia estuvo bajo vigilancia médica, no paso a más. No obstante, se le advirtió a la pareja no tener más hijos.

“Con el embarazo anterior, el de Rebeca, tuvo ella preeclampsia y fue un poco difícil la situación. Los doctores como expertos que son nos advirtieron que no volviera a quedar embarazada”, dijo Alejandro.

En el relato de su testimonio, él comenta como tomaron con alegría la noticia de un nuevo embarazo a pesar que estaban enfrentando una dura situación económica y de salud; sin embargo, tomaron las medidas necesarias.

“Fue difícil en principio. Nosotros sabiendo el antecedente de nuestra hija procuramos tomar los cuidados que se requerían, nosotros veníamos de pérdidas seguidas, hasta que una doctora logró encontrar porque eran las pérdidas, mi esposa perdía a las ocho semanas exactamente, perdía los embarazos”, señala Rivas.

Debido al cuadro médico que presentaba Cecilia, se le había programado una cesárea para el 1 de septiembre, sin embargo, la familia decidió cambiar la fecha para poder celebrar juntos el cumpleaños de su hija Rebeca el 3 de septiembre.  No obstante, días antes el cuerpo de Cecilia comenzó a inflamarse por lo que fue ingresada en el hospital el 27 de agosto.

El día siguiente, 28 de agosto, Alejandro fue notificado en su trabajo sobre el nacimiento de Luis Carlos.

“Yo estaba trabajando en una empresa constructora, me avisaron que ya había nacido, yo feliz, que alegría, y todo bien, ninguna novedad, nada extraño”, acotó.

EL CALVARIO DE LA FAMILIA RIVAS

Todo transcurrió con normalidad después de la cesárea para que naciera Luis Carlos, sin embargo, al pasar del tiempo el estado de salud de Cecilia empeoró.

“Nace el niño, nace bien, en perfectas condiciones, ni siquiera estuvo en incubadora, fue un niño sano… Pero yo, al estar en recuperación, me comencé a sentir inflamada. Me mandaron a una sala de cuidados intensivos del hospital 1 de Mayo pues iba empeorando”, comentó Cecilia.

La situación de Cecilia se complicó al grado que fue trasladada Unidad de Cuidados Intermedios del Hospital General del Seguro Social (ISSS), pero a pesar de su estado no pudo ser colocada en la Unidad de Cuidados Intensivos debido a que no había espacio.

En un principio los médicos sospechaban que la inflamación se trataba de una fisura en la vejiga, ocurrida durante la cesárea. Sin embargo, luego le diagnosticó el síndrome de Hellp, una de las complicaciones más graves durante el embarazo, donde el 10 % de los embarazos complicados con preeclampsia severa son afectados. En este sentido las mujeres embarazadas que padecen hemólisis, sufren elevación de enzimas hepáticas y desminución de las plaquetas.

Como parte del tratamiento, le indujeron un coma y le empezaron a hacer hemodiálisis. En algún momento, Alejandro se sintió entre la espada y la pared, cuando tenía que firmar autorizaciones para que los doctores intervenir quirúrgicamente a su esposa.

 “Moría si lo hacían y también podía morir sino se lo hacían, que alternativa tenía ahí, nada más la fe”, dice Alejandro.

La situación de Cecilia era tan complicada que varios médicos expertos del país trabajaban en conjunto en su caso. Alejandro incluso, al ver el panorama le preguntó a uno de los doctores que podía él esperar.

“Nuestros oficios llegan hasta acá, nosotros hemos luchado, si crees en Dios, si crees en algo pedile”, fueron las palabras del doctor a Alejandro.

EL MILAGRO DE AMOR DE MONSEÑOT ROMERO

En todo momento, Alejandro oró por su esposa, pero él recuerda que la madrugada del 5 de septiembre fue diferente, le pidió ayuda no solo a la Virgen María, sino también a su abuela, de quien guardaba una biblia con sus pertenencias. Al abrir la biblia Alejandro encontró una estampa de Monseñor Romero. Lo que interpretó como una señal de su abuela,  “Mirá, mamita, te voy hacer caso, solo porque creo que me estas pidiendo esto” recuerda que dijo en ese momento Alejando.

Cabe destacar, que Alejandro desde pequeño conoció sobre la vida de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, gracias a la influencia de su abuela, sin embargo, manifestó que nunca fue muy apasionando por la vida del beato como lo fue su abuela.

Fue en ese momento que se fue a la sala, se arrodilló y dijo “Monseñor Romero, le suplico que interceda por mi familia, le pido por el gran amor que le tuvo a la vida, por el amor que le tuvo a la familia, por el amor que defendía a las  mujeres embarazadas, le suplico que hoy, le pida a Dios, hoy, que no se muera mi mujer”.

Alejandro cuenta que al día siguiente que se dirigió al hospital se encontró con la sorpresa que la madrugada de ese mismo día la salud de su mujer había comenzado a mejorar.

“Dios me demostró en ese momento que verdaderamente es el dueño de la vida y la muerte, él se la da a quien quiere y ese momento el tuvo la voluntad de concederla otros días más”, expresó en su testimonio Alejandro.

Cabe recordar, que dicho milagro fue aprobado por la comisión de médicos el 26 de octubre de 2017, por el Consejo de Teólogos el 14 de diciembre del mismo año, por el Colegio de Cardenales el 6 de febrero de 2018, y por último aprobado por el Papa Francisco el pasado 6 de marzo.

Hoy Cecilia, Alejandro y sus hijos, junto con otros cinco mil peregrinos están en El  Vaticano donde esperan saludar al papa Francisco y celebrar la canonización de Monseñor Romero.