Basado en los casos públicos y mediáticos más recientes de mujeres que han sido asesinadas con lujo de barbarie en los años 2017 y 2018, el criminólogo Ricardo Sosa presentó el perfil del feminicida quien cada vez exteriorizar una actitud violenta que va en aumento. Tal es el caso que ya no solamente asesina a una mujer sino llega a grados de mutilar y agredir en lugares públicos.
Según el criminólogo, el hombre violento está presente en todos los estratos sociales y las víctimas hay desde mujeres que desarrollan trabajos en el hogar, empleadas, como el caso de la mujer atacada por su ex pareja en las cercanías de Metrocentro, quien iba rumbo a la colonia Escalón, donde se desempeñaba como empleado doméstica, hasta mujeres comerciantes, profesionales, incluso con estudios en psicología.
Según Sosa las características del feminicida son las siguientes:
– Persona controladora (como se viste, color de cabello, con quien se comunica en redes sociales, exige las claves y usuarios de redes sociales y del teléfono, a donde trabajar, si estudia o no, tratará de hacer un espejo del móvil para conocer todo tipo de comunicación).
– Maltrata psicológicamente y es una característica presente en todos los hombres que han resultado involucrados en feminicidios en El Salvador.
– Si asisten a una reunión social o familiar tratará de ridiculizarla en público, hasta puede llegar a humillarla. Usualmente abandonan la reunión antes de finalizar.
– Destruye todo tipo de relaciones y redes de la mujer para aislarla.
– Genera e infunde miedo a la mujer e hijos.
– Celoso y acusa sin fundamentos sobre supuestas relaciones o insinuaciones de ella hacia otros hombres.
– Empuja, amenaza, pellizca, jalonea del brazo como etapa previa a los golpes
– Menosprecia las ideas, pensamientos, juzga, condena a su compañera de vida e hijos
– Violencia económica: controlador de las finanzas de ella, de su salario e ingresos. Le brinda solo el dinero mínimo para ella. Solicita traspaso de vehículo o propiedades a nombre de él con el pretexto que es mejor administrador.
– Por lo general esta desempleado o tiene trabajos ocasionales, muy eventuales.
(Atribuye que la situación está muy complicada o que le ofrecen un salario abajo de su capacidad y conocimiento y que mejor esperará. Que para ganar “x” mejor se queda en la casa).
– Usualmente abusan de bebidas alcohólicas, drogas o estupefacientes.
– Pueden ser visitantes frecuentes de casinos o billares, les encantan los juegos de azar y video juegos con suscripciones en línea.
– Ejerce violencia y presión para obligar a sostener relaciones sexuales cuando el quiere.
– Manipulador por excelencia al punto de amenazar que si lo deja se va a matar, la va a matar a ella o a sus hijos.
– Puede ejercer violencia sobre las mascotas de la casa si tienen o sobre aves o animales en la calle.
– Cambios de estados de humor pero en general es una persona enojada, colérica y poco amigable.
– En todos los casos no había denuncia previa antes las autoridades; y los pocos casos de denuncia en las próximas horas se ha generado ataques a la víctima o incluso la muerte (Caso municipio El Congo y Apopa).
– En público se pueden mostrar atento, servicial, cariñoso o como mínimo con una conducta normal pero en la casa es todo lo contrario y manifiesta sus conductas de odio y desprecio hacia la mujer.
– Los denominados ciclos de la violencia están muy marcados cuando hay violencia psicológica o física y los periodos de aparente calma oscilan entre uno y tres meses, luego se repiten.
– No muestran empatía por otra persona ni remordimiento por sus acciones violentas.
De acuerdo a los datos del experto Ricardo Sosa, se registran 1.1 feminicidios diarios en El Salvador en lo que va del año 2018. Es decir, cada día en El Salvador ha sido asesinada una mujer durante los últimos diez años.
Según las cifras y tablas propias del criminológo Ricardo Sosa con datos oficiales de la Policía Nacional Civil (PNC), del 1 enero al 12 julio de 2018 se registran 225 feminicidios en El Salvador. En ese mismo periodo del año 2017 se registraban 216 feminicidios. Estos datos han generado que la ONU solicite al Estado salvadoreño que se erradiquen los feminicidios.
