Estados Unidos debe continuar apoyando los esfuerzos en contra de la impunidad en Centroamérica, concluye un informe presentado este martes por un grupo de trabajo integrado por expertos estadounidenses y centroamericanos liderados por la organización Atlantic Council.
El Triángulo Norte de Centroamérica está teniendo un nivel de atención de Estados Unidos que no ocurría en muchos años, principalmente por el plan Alianza para la Prosperidad, dijo Jason Marczak, director del Centro para América Latina de Atlantic Council.
Uno de los patrocinadores de la iniciativa es la Fundación Internacional Seattle, que apoya proyectos en diversos rubros en la región centroamericana. “La solución a los problemas en Centroamérica deben venir de sus propios países, pero es importante el acompañamiento de gobiernos amigos, el sector privado y las iniciativas ciudadanas”, destacó Vivero.
El informe “un nuevo plan de acción para el Triángulo Norte de Centroamérica”, que recomienda aspectos clave para la región, formada por El Salvador, Guatemala y Honduras, en tres pilares: desarrollo económico sostenible, imperio de la ley y seguridad.
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El documento ya fue presentado en mayo en Washington D.C. y llega una semana después de la Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, desarrollada en Miami, Florida, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.
La propuesta consigna que Estados Unidos contribuyó en 2016 con 7 millones de dólares a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
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“Los fiscales generales están en el centro de los esfuerzos anticorrupción en el Triángulo Norte, pero ellos necesitan más recursos para desarrollar instituciones más independientes”, consigna el informe.
El combate a la corrupción y la impunidad es uno de los 16 aspectos que el Congreso de Estados Unidos exige a El Salvador, Guatemala y Honduras para continuar recibiendo los fondos de Alianza para la Prosperidad.
El gobierno salvadoreño se negó a la posibilidad de replicar el ejemplo de la CICIG en El Salvador, pero recientemente el secretario de Comunicaciones, Eugenio Chicas, habló de la posibilidad de buscar apoyo para una instancia similar en El Salvador.
Entre los expertos estadounidenses se encuentra John Negroponte, exsubsecretario de Estado durante el gobierno de George W. Bush y exembajador en Nicaragua, entre otros cargos. Por Centroamérica destacan el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Stein y la excanciller salvadoreña María Eugenia Brizuela.
En el tema de seguridad, los expertos centroamericanos proponen que se mejore la rendición de cuentas de las fuerzas policiales pormedio de reportes independientes y denuncia de abuso, así como nuevos controles internos y externos.
La parte estadounidense propone que el gobierno de Donald Trump envíe asesores y coordine la participación de expertos de otros países en el entrenamiento de las fuerzas policiales centroamericanas. Además, fortalecer y promover la implementación de iniciativas de acercamiento de la policía con las comunidades.
En cuanto al sistema penitenciario, se sugieren reformas enfocadas en la rehabilitación de la población reclusa.
Sobre las pandillas, se propone incrementar el intercambio de información sobre miembros de esas agrupaciones que sean deportados. La Asamblea Legislativa de El Salvador estudia una propuesta para fichar a pandilleros deportados, aunque no tengan antecedentes en el país.
