[Niños] Los caos de “infecciones inaparentes” asociadas con la transmisión silenciosa del covid-19

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Investigadores de Corea del Sur han dado a conocer que los niños podrían portar el coronavirus en nariz y garganta durante semanas, incluso sin mostrar síntomas, lo que podría explicar porque el virus se propaga silenciosamente.

«Sabemos que los niños a menudo muestran pocos o ningún síntoma de covid-19. También sabemos que no son inmunes a este virus y pueden enfermarse gravemente. Es fundamental realizar pruebas a las personas expuestas que aún no muestran síntomas de covid-19 para localizar contactos, que ayuda a identificar y apoyar a otras personas que están en riesgo de infección», señala la presidenta de la AAP, la Dra. Sally Goza.

El estudio publicado el viernes en la revista JAMA Pediatrics, incluyó datos de 91 niños asintomáticos, presintomáticos y sintomáticos diagnosticados con covid-19, entre el 18 de febrero y el 31 de marzo, en 22 centros de Corea del Sur.

Entre esos pacientes, 20 de ellos, o el 22%, no mostraron ningún síntoma y permanecieron asintomáticos durante todo el estudio. Otros 18 niños, o el 20%, eran presintomáticos, lo que significa que no se veían ni se sentían enfermos en ese momento, pero finalmente presentaron síntomas más tarde.

En total, más de la mitad de los niños —71 niños o 78%— sí mostraron síntomas, que incluían fiebre, tos, diarrea, dolor abdominal y pérdida del olfato o del gusto, entre otros síntomas. La duración de los síntomas pareció variar, de uno a 36 días.

«Esto sugiere que incluso los niños, leve y moderadamente afectados, permanecen sintomáticos durante largos períodos de tiempo».

Los datos mostraron además, que solo el 8,5% de los pacientes con síntomas fue diagnosticado con covid-19 en el momento en que comenzaron sus síntomas. La mayoría (66,2%) de los pacientes con síntomas tenía síntomas que no se reconocieron antes de ser diagnosticados, y el 25,4% desarrolló síntomas después de ser diagnosticados.

Esto resalta el concepto de que es más probable que los niños infectados pasen desapercibidos con o sin síntomas y continúen con sus actividades habituales, lo que puede contribuir a la circulación viral dentro de su comunidad», escribieron DeBiasi y Delaney.