Cientos de manifestantes se congregaron el lunes por segunda noche consecutiva en Wisonsin, mientras crecía la ira en Estados Unidos después de que un hombre negro fuera baleado por un oficial blanco, un caso que reaviva las históricas protestas contra el racismo tras la muerte de George Floyd.
La prensa internacional informó que el ciudadano afroamericano de 29 años, Jacob Blake, estaba muy grave en el hospital después de ser tiroteado por la espalda ante su familia por la Policía y a plena luz del día.
Los hechos ocurrieron en Kenocha, Wisconsin. En las imágenes se ve a Jacob saliendo de la puerta derecha de un vehículo y, con dos policías detrás de él apuntándole con pistolas, se introduce de nuevo en el vehículo pero por el lado del conductor.
Un policía le agarra de la camiseta y se oyen al menos siete disparos frente a sus tres hijos. Lo siguiente que se puede ver y oír es el cuerpo del hombre sobre el volante y el claxon sonando.
Todo esto ha pasado cuando todavía está fresca la herida por la muerte del ciudadano afroamericano Floyd George a manos de la Policía en Minneapolis hace poco más de un mes .
“Queremos a los agentes que dispararon Jacob Blake por la espalda, queremos que los despidan, que los arresten y sean procesados”, pedían en las marchas.
La policía informó que el tiroteo que involucró a un oficial respondió al responder un incidente domestico dado el domingo. El Abogado de Blake dijo que él lo único que hizo era detener la pelea entre las mujeres cuando fue atacado a quemarropa.
