“La epidemia es un demonio y no podemos dejar que se oculte” Presidente chino, Xi Jinping

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La revista internacional, Infobae.com informó que el presidente chino, Xi Jinping, estimó el martes que su país libra una importante batalla contra el “demonio” del nuevo coronavirus y pidió transparencia en los esfuerzos que hace su gobierno para contener la epidemia.

La epidemia es un demonio y no podemos dejar que el demonio se oculte”, dijo Xi durante una reunión con responsables de la Organización Mundial de Comercio (OMS), según informaron medios públicos.

Además, en respuesta a las dudas de la comunidad internacional sobre los esfuerzos locales y la difusión de la información del virus, agregó: “El gobierno chino siempre ha tenido una actitud abierta, transparente y responsable a la hora de difundir información a nuestros ciudadanos y a otros países”.

Además, Xi aseguró que reforzará la cooperación internacional. “Creemos que la OMS y la comunidad internacional proveerán calma, objetivos y disposiciones racionales y China confía en ganar esta batalla contra el virus”, declaró.

El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y Xi discutieron formas de proteger a los ciudadanos chinos y extranjeros en las áreas afectadas por el coronavirus y “posibles alternativas” a evacuaciones, dijo un vocero de la OMS.

La semana pasada, un panel de 16 expertos independientes de la OMS resolvió que aún no era apropiado declarar una emergencia internacional por el brote. El portavoz del organismo dijo que el aumento de casos y muertes en China no necesariamente ameritaba esa decisión.

El saldo hasta las primeras horas del martes es de 106 muertos, desde los 81 fallecidos reportados el día anterior. El número de casos confirmados en China ascendió a 4.515 al lunes desde 2.835 el día previo, de acuerdo a la Comisión Nacional de Salud.

Cuando surgió la epidemia del Síndrome Respitario Agudo Severo (SRAS) en 2002-2003, la OMS había criticado duramente a China por haber retrasado la difusión de la alerta por la enfermedad y haber intentado minimizar su importancia. Dicha epidemia mató a 774 personas en el mundo, 648 en China.

Beijing muestra una actitud totalmente diferente en esta ocasión al publicar cifras diarias actualizadas y no dudar en confinar la ciudad de Wuhan. Las declaraciones de Xi coinciden con un aumento de las críticas en China por la reacción lenta de las autoridades y el comportamiento de los medios de comunicación, que acusaron a internautas de expandir “rumores” cuando la epidemia no estaba aún oficialmente confirmada.