Philip Wilson, arzobispo de la sureña ciudad de Adelaide, es el más alto clérigo de la Iglesia Católica en el mundo en ser condenado a un máximo de 12 meses de detención por encubrir el abuso de acólitos perpetrado por un colega y sacerdote pedófilo en Nueva Gales del Sur.
El tribunal ordenó este martes el arresto domiciliar del líder religioso, quien de acuerdo al magistrado Robert Stone, Wilson no mostró “arrepentimiento o remordimiento”.
En mayo un tribunal lo encontró culpable por no informar a la policía de los abusos de su colega James Patrick Fletcher a sus acólitos. Si bien Wilson abandonó sus deberes después de que se confirmaran los cargos en su contra, aún no ha dimitido como arzobispo.
Wilson, quien entonces era cura en la región de Maitland, desestimó el testimonio de las jóvenes víctimas para proteger la reputación de la Iglesia, determinó Stone.
La Conferencia de Obispos Católicos de Australia dijo que esperaba que esta sentencia “trajera algo de paz” para las víctimas de Fletcher y que ya había hecho “cambios sustanciales” para evitar los abusos y su encubrimiento”.
