Murió un importante general del régimen sirio en el asedio contra el ISIS en la ciudad de Deir Ezzor

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El “León de la Guardia Republicana” se hizo conocido por liderar a las tropas sirias cercadas en la ciudad durante tres años por el grupo terrorista, antes de recibir refuerzos y pasar a la ofensiva. Falleció por la explosión de una mina terrestre que mató también a varios de sus colaboradores

El general Issam Zahreddin, comandante de la Guardia Republicana siria, murió este miércoles por la explosión de una mina en la ciudad de Deir Ezzor, donde las fuerzas del régimen de Bashar al Assad y apoyadas por Rusia conducen el asedio del último bastión del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés).

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el artefacto que mató a Zahreddin estalló en la zona de Huiya Sakr, una isla en mitad del río Éufrates a su paso por Deir Ezzor.

La ONG agregó que varios seguidores de Zahreddin murieron y resultaron heridos por el estallido.

Por su parte la cadena de televisión libanesa Al Mayadin, próxima al Gobierno sirio, confirmó el fallecimiento de Zahreddin, comandante de la Brigada 104 de la Guardia Republicana, por la explosión de una mina en Huiya Sakr, donde el ejército sirio está avanzando fente al ISIS.

Otros canales progubernamentales, como la emisora de radio siria Sham FM y la televisión Al Manar, voz del grupo terrorista libanés Hezbollah, también corroboraron su muerte, aunque los medios de comunicación oficiales del país árabe todavía no lo anunciaron.

Originario de la provincia de Al Sueida, Zahreddin, de 56 años y de credo druso (una hermética secta religiosa cuyas creencias se basan en una interpretación sincrética del monoteísmo), era una figura conocida entre los partidarios del presidente sirio, Bashar al Assad, que lo apodaban el “León de la Guardia Republicana”.

Este general comandó una brigada que estuvo cercada durante tres años por el ISIS  en la urbe de Deir Ezzor, hasta que que septiembre fue liberada por el avance de las tropas sirias.

Actualmente, el Ejército sirio, sus milicias aliadas y la fuerza aérea de Rusia desarrollan en la provincia de Deir Ezzor una ofensiva contra los extremistas.

Según datos ofrecidos ayer por el Observatorio, los efectivos gubernamentales han tomado el control de más del 92 % de la ciudad del mismo nombre, último bastión de importancia que los terroristas mantienen en Siria tras la caída el martes de Raqqa, su antigua capital, a mano de las milicias kurdas apoyadas por Estados Unidos.