La exministra de Relaciones Exteriores Delcy Rodríguez fue elegida este viernes como presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, instalada pese a los llamados nacionales e internacionales, incluyendo al Vaticano.
“El pueblo de Venezuela no va a entregar su destino a una minoría casada con el imperialismo. A la comunidad internacional: no se equivoquen con Venezuela, el mensaje está claro, resolveremos nuestros conflictos, sin ningun tipo de interferencia, ni mandato imperial”, advirtió.
“Aquí no hay hambre, aquí no hay crisis humanitaria”, aseguró.
Las palabras de Rodríguez denotan el desafío del oficialismo venezolano a Estados Unidos y otros países de la región como México, Colombia, Argentina y Chile que se han opuesto al mecanismo llamado por el presidente Nicolás Maduro en medio de una crisis política, social y económica que se agudizó desde principios de abril.
El detonante de la actual crisis fue la suspensión de los poderes a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora por parte del Tribunal Supremo de Justicia, de mayoría chavista.
Desde abril han muerto más de 150 personas, principalmente manifestantes opositores víctimas del uso excesivo de la represión por parte de los cuerpos de seguridad.
La Constituyente tendrá la tarea de redactar una nueva constitución, un proceso que expertos consideran que busca permitir a Maduro perpetuarse en el poder.
