Un atentado suicida en un barrio de mayoría chiita en Kabul, Afganistán, causó este lunes la muerte a al menos 35 personas. El objetivo de los talibanes, que se atribuyeron la autoría, fue un autobús en el que viajaban empleados del Ministerio de Minas.
“Veinticuatro personas murieron y 42 resultaron heridas en el atentado de esta mañana en Kabul, todas ellas civiles. El coche bomba se lanzó contra un autobús que transportaba a empleados del Ministerio de Minas”, dijo preliminarmente el portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danish, citado por el diario español El País. El funcionario advirtió en ese momento que la cifra de víctimas podría aumentar.
Sin embargo, los talibanes aseguraron en una cuenta en Twitter que el atentado fue en contra de miembros de los servicios de inteligencia. Esa instancia contradijo esa versión, al asegurar que no utilizaban autobuses para transportar a sus empleados.
“El coche explotó delante del primer puesto de control de la residencia de (viceprimer ministro Mohamad) Moqaqeq, dejando muertos y heridos entre los guardias y los civiles. Creemos que quería alcanzar la casa de Moqaqeq, pero nuestros guardias lo detuvieron”, dijo Omid Maisom, vocero del parlamento.
Los talibanes gobernaron con mano dura Afganistán, hasta que fueron derrocados con el apoyo de Estados Unidos, luego de los atentados terroristas contra el Pentágono y las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Desde esa fecha, han cometido numerosos atentados terroristas en contra de fuerzas de seguridad, el gobierno y la población civil.
