Adolescente muere electrocutada por usar su celular en la bañera

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Madison Coe, una adolescente estadounidense de 14 años, fue encontrada muerta en la bañera de casa de su padre en Lovington, Nuevo México. El motivo aparente de la trágica muerte según la familia se trata de la caída del celular en la bañera.

Los servicios de emergencia recibieron una llamada pasada la medianoche del domingo al lunes. A su llegada aplicaron medidas de reanimación cardiopulmonar, pero la joven fue declarada muerta poco después de llegar al hospital.

“Había una marca de quemadura en su muñeca, la que debería estar sujetando el teléfono. Es muy obvio que eso es lo que ha pasado” declaró su abuela a medios locales.

La estudiante de octavo grado estaba utilizando su teléfono celular mientras tomaba un baño nocturno, algo que es común hoy en día. En el baño donde ocurrió la tragedia, además del teléfono se encontró el cargador enchufado a la corriente y un cable alargador.

Un móvil apenas tiene voltaje como para afectarnos, pero con el cargador enchufado puede alcanzarnos mucha más corriente.

La batería de un teléfono inteligente difícilmente puede causar algún problema si se cae en la bañera por “medidas de seguridad incorporadas en los dispositivos y porque el voltaje de la batería es mínimo”, aseguran expertos consultados por La Vanguardia.

Pero con el cable conectado a la corriente todo cambia: “La fibrilación se produce por la intensidad que atraviesa tu cuerpo, es decir, la cantidad de electrones. Si tu cuerpo está mojado tu resistencia al paso de electrones disminuye y por eso es tan peligroso usar un secador en la bañera o el móvil conectado a la corriente alterna. (…) Es más, un mal cargador, que es un transformador, sí que puede darte un buen susto. O algo más grave.”

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De no haber tenido el “smartphone” cargando en ese momento la joven no habría sufrido percance ninguno casi con total seguridad. Lo más probable hubiera sido daño por la entrada de agua y jabón en los circuitos del teléfono y poco más, a no ser que se tratase de un smartphone con resistencia certificada al agua, reportó La Vanguardia.

Estos últimos, amparados bajo la certificación IP68 permiten ser sumergidos ligeramente en el agua de una piscina o lavabo por caídas accidentales, pero no ofrecen mayor seguridad en caso de estar cargando durante ese momento, nos ofrecen el mismo riesgo de electrocución.