“Los Cachiros”, narcos que hacen temblar a los políticos de Honduras

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“Los Cachiros” o “Cachiros” es el nombre de una organización criminal hondureña dedicada al narcotráfico. Los hermanos Devis Leonel y Javier Rivera Maradiaga son los narcos que hacían temblar a sus rivales.

Sin embargo, por medios internacionales se ha conocido que los que ahora tiemblan y temen a los “Cachiros” son los politicos y funcionarios públicos, con quienes dicha organización habría establecido vínculos.

En enero de 2015 los hermanos se entregaron a la justicia estadounidense y todo indica que sus acusaciones están detrás de la caída de los Rosenthal -una de las más poderosas e influyentes familias del país- por vínculos con el narcotráfico.

Devis Leonel admitió ante la justicia de Estados Unidos (EUA) haber participado en al menos 78 asesinatos. Incluso ayudó a planificar el arresto del hijo del expresidente hondureño José Porfirio “Pepe” Lobo por tráfico de cocaína.

Los hijos de capos mexicanos toman el control

 

En el juicio en contra de Fabio Lobo, el menor de los “Cachiros” también ha implicado en sus negocios a numerosos políticos hondureños.

¿Quién es Pepe Lobo?

Se desempeñó como presidente de Honduras en el periodo de enero de 2010 a enero de 2014, niega cualquier relación con los narcotraficantes, quienes se iniciaron en el mundo criminal como simples traficantes de ganado. Se ha centrado en cuestionar la credibilidad de los Rivera Maradiaga.

Por su parte, Ismael Moreno, director del el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) -el principal centro de pensamiento de la Compañía de Jesús en Honduras dice que “los Cachiros son la expresión de un proceso de institucionalización del crimen organizado. Y yo pienso que van a seguir saliendo a luz los vínculos y compromisos de una inmensa cantidad de políticos, pero también de empresarios hondureños, con la narcoatividad”, reveló a BBC Mundo.

“Lo que se confirma es que en los últimos 20 años hemos ido pasando (…) a tener un Estado conducido por mafias criminales, en el que los políticos se han convertido en lavadores de los narcos”, dijo Moreno.

Para Billy Joya Améndola, candidato a diputado delegado por el gobernante Partido Nacional, reconoció que en los últimos 30 años Honduras se convertido en “un paraíso para el crimen organizado y el narcotráfico” .

“Al abrir el tamal hoja tras hoja, nos enteramos que a lo largo de estas tres décadas el crimen organizado y el narcotráfico había penetrado todos los estamentos de nuestras estructuras sociales”, agregó.

De cuatreros a narcos

Según explicó Moreno, por Honduras pasa cocaína colombiana rumbo a EUA desde la década de 1970, pero fue en los 1990 que el país se convirtió en un lugar estratégico para ese tránsito.

Los hermanos Rivera Maradiaga iniciaron traficando ganado y marihuana, pero con loas años se convirtieron en piezas esenciales del denominado Cartel del Atlántico, que servía de enlace a carteles colombianos y mexicanos.

Con el tiempo los ambiciosos hermanos heredaron el apodo de su padre, Isidro, Cachiro como se acostumbra llamar a las personas de ese nombre en su natal Olancho.

“Varios diputados que hoy ocupan curules en el Congreso, decenas de alcaldes, fiscales, jueces, banqueros, empresarios agroindustriales, comerciantes, oficiales del ejército y de la policía y algún que otro ex-Presidente deben estar muy preocupados y tensos a la espera de lo que de ellos hayan dicho, o vayan a decir, a la DEA Javier y Leonel Rivera después de la entrega que pactaron con Estados Unidos”, detallan las autoridades.

Los testimonios de los hermanos Maradiaga ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, que fijará la fecha de sentencia de Lobo el próximo 20 de julio. Por lo que la situación no deja de ser incómoda para el gobierno hondureño y el partido gobernante, al que pertenecen la mayoría de los implicados por los Rivera Maradiaga.

Los fiscales estadounidenses afirman que “grabaciones y comunicaciones electrónicas demuestran la estrecha relación y asistencia que los Cachiros obtenían por parte del acusado, políticos al más alto nivel del gobierno hondureños, oficiales del ejército y la policía “.

Según las autoridades, las acusaciones se han centrado en figuras del gobernante Partido Nacional, aunque en las declaraciones de Delvis Leonel Rivera también se da a entender que también hubo colaboración entre grupos de narcos y el gobierno del último presidente liberal, Manuel Zelaya.

“Todo esto se da en el marco del proceso electoral. Y para el gobierno de EUA la situación es difícil, porque no tiene otro camino más que seguir con los mismos aliados de siempre, a los que les tiene desconfianza”, explican.

“Y ante el peligro de que la reelección de Juan Orlando Hernández lo convierta en una especie de Daniel Ortega a la hondureña, los vínculo entre el narcotráfico y el Partido Nacional se convierten en una especie de presión para limitar las ambiciones políticas del actual gobernante hondureño “, explican en Diario La Opinión.