Dos salvadoreños y siete reclusos más indocumentados en huelga de hambre en cárcel de ICE en Adelanto, California

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Dos salvadoreños se encuentran entre nueve reclusos indocumentados que protagonizan una huelga de hambre desde este lunes en la cárcel de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Adelanto, California, Estados Unidos. Aseguran estar dispuestos a morir porque se mejoren las condiciones de miles de inmigrantes en este este lugar.

Entregaron una lista de peticiones para lo directivos de la cárcel. A paso seguido se negaron a regresar a sus celdas tomándose de los brazos formando una cadena humana.

Al ver estas medidas de los reclusos los guardias los agredieron, aseguró Tristan Call, un activista y líder pro inmigrante de la asociación Sureños en Acción con sede en Virginia.

“Los golpearon, les rociaron gas pimienta pero lo peor fue que al terminar los obligaron a ir a las duchas donde los bañaron con agua caliente. Toda una tortura, se sabe que lo peor que se le puede hacer a una persona con gas pimienta sobre el cuerpo, es echarle agua caliente. El calor activa mil veces el ardor” explica Call quien recibió la llamada del portavoz de este grupo de reclusos.

“Luego de ocho horas del brutal incidente, en el que uno de los indocumentados perdió uno de sus dientes por los golpes de los guardias, el vocero del grupo, Isaac López, me llamó y me dijo que están dispuestos a todo”.

El joven le dijo que esta huelga de hambre es todo o nada, que estaban cansados de los abusos, las fianzas imposibles de pagar, los golpes y la falta de servicio de salud.

Isaac es un periodista de 27 años oriundo de El Salvador. Luego de hacer un reportaje sobre el crimen organizado en su ciudad natal tuvo que huir de su país junto a toda su familia, quienes salieron para Guatemala y luego hacia México, reportó La Opinión.

Él y su esposa viajaron con la caravana de refugiados que cruzó México y que llegó a suelo estadounidense a principios de Mayo pero se entregaron a la patrulla fronteriza.

Otro de los salvadoreños indocumentados en huelga de hambre es Julio Cesar Barahona Cornejo, de 22 años, que hace parte del grupo de los prisioneros en la huelga de hambre. Él y su familia huyeron después de que pandilleros asesinaron a la esposa de su hermano frente a sus ojos.

Julio y su esposa embarazada tuvieron que salir dejándolo todo atrás. Luego de unirse a la caravana de los refugiados y de llegar a suelo americano para pedir asilo fueron separados.

Su esposa fue enviada a la cárcel de Otay Mesa, también en California, hasta que fue liberada en espera de su audiencia ante un juez de migración. Por su parte Julio, quien también pasó la entrevista que verifica el riesgo que corre su vida en su país de origen, se le mantiene tras la rejas con una fianza de $35,000 dólares.

Esta es la lista completa de las peticiones que los reclusos que se encuentra en la huelga de hambre le piden a ICE. 

1. Que se reduzca el valor de las fianzas

2. Que se respete el proceso del asilo político

3. Que se les preste atención médica oportuna

4. Que les permitan el acceso a los archivos de sus casos con el fin de preparar su defensa (la mayoría de ellos no tiene abogado)

5. Que se les mejore la comida

6. Que se les den nuevos uniformes. A todos los reclusos se les dan uniformes y ropa interior usada. Esto ha causado graves problemas sanitarios y de salud para muchos de ellos

7. Que no se boten su pocas, pero preciadas pertenencias

8. Acceso a agua limpia para beber las 24 horas del día

“Anteriormente, es decir antes de Trump, una fianza promedio para un indocumentado podría ir desde los 3 mil hasta los 7 mil dólares máximo.  Hoy día estamos viendo que las fianzas comienzan alrededor de los 12,000 y pueden llegar a los 35,000 dólares”, explica una abogada de inmigración.

Esto hace que miles de indocumentados tras las rejas en todo el país no tengan la posibilidad de salir bajo fianza.

Para activistas, analistas y abogados la respuesta es clara: las cárceles privadas para indocumentados, las cuales cobran al gobierno por cada cama ocupada por los prisioneros en los distintos centros de detención en todo el país.

“El valor de estas fianzas están destinadas para que nadie salga, para mantener a los indocumentados por más tiempo tras las rejas”, concluye Verónica Barba.