Padre soltero se salva de ser deportado gracias a presión de la comunidad de Florida

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Miles de inmigrantes que han vivido en Estados Unidos por décadas con un permiso de trabajo, que no infringen la ley y tienen un comportamiento impecable, viven ahora con temor de ser deportados después que Donal Trump asumiera el poder.

Una experiencia o situación que no se le desea a nadie, ni al peor enemigo.

No obstante, no todo ha sido malo para algunos inmigrantes como Anibal Mazariego que encontró en su camino no solo que no fuera deportado, sino también verdaderos amigos a su lado, quienes se convirtieron en ángeles que ayudaron para que siguiera junto a sus hijos.

Todo comenzó cuando Mazariego se presentó la semana pasada en las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Miramar para su chequeo anual con las autoridades, y aunque había hecho lo mismo durante los últimos 18 años, esta vez le pidieron su pasaporte y fue trasladado al Centro de Detención de Krome para ser deportado.

Mazariego, publica El Nuevo Herald, es quien provee el sustento de su familia, e iba a ser deportado a un país que no conoce.

De ahí que la comunidad donde reside decidió organizar una campaña publicitaria que involucrara a la prensa y a los legisladores de Florida para detener su deportación, algo que fue lo más certero para él y su familia.

Y es que las personas de la comunidad que conocen a Mazariego y sus familiares contactaron a varios medios de prensa y a la organización Voto Latino para difundir la voz, hicieron una petición a sus legisladores en Change.org que recibió más de 2,000 firmas en menos de 48 horas y llamaron a senadores, congresistas y a las oficinas de ICE.

Según el abogado Richard Hujber, quien junto a su colega Maria Baker representan a Mazariego, temían que lo deportaran antes de que pudieran interceder por él, por lo que decidieron organizar una campaña pública que involucrara a la prensa y a los legisladores para detener su deportación. “Fue la única forma”, dijo Hujber. Y funcionó.

Al final su petición fue escuchada y Mazariego, padre soltero de cuatro hijos biológicos y uno adoptivo  no fue deportado y vive con sus   hijos, todos estadounidenses.

Su hija más pequeña, Julieta, tiene problemas del corazón. “Pasamos muchas noches enteras sin dormir, pensando qué íbamos a hacer si lo deportaban”, dijo a el Nuevo Herald Kuisman Mazariego, sobrino de Anibal Mazariego, de 24 años y residente en Tallahassee.

Mientras su tío estuvo detenido, los niños se quedaron al cuidado de una tía, dijo. “Fue mucha la angustia y la incertidumbre”.

 

“Si la comunidad no ayuda con los políticos, la prensa y la petición, tal vez no hubiera sido posible detener la deportación”, dijo Hujber. “Las personas llamaron tantas veces a ICE que los agentes se comunicaron conmigo y me pidieron que por favor suspendieran las llamadas”.

Según María Teresa Kumar, presidente y CEO de Voto Latino, el caso de Mazariego representa a miles de inmigrantes que viven en EEUU por décadas con un permiso de trabajo, no infringen la ley y tienen un comportamiento impecable y aún así están siendo deportados desde el comienzo de la administración de Donald Trump.

“Nuestra audiencia primaria son los hijos de los inmigrantes, y queremos ayudarlos a defender a sus padres”, dijo Kumar.

Desde que asumió su cargo en enero, el presidente Trump ha otorgado a los agentes federales amplias potestades para aplicar las leyes migratorias, lo cual les permite deportar a inmigrantes indocumentados que han cometido delitos, aunque no sean graves, o violen las leyes de inmigración. La orden ejecutiva del Presidente contempla a los extranjeros que han violado la ley de inmigración como amenazas a la nación.

Pero Kumar asegura que “la comunidad está confundida” con la nueva política al ver que muchas personas que está siguiendo las reglas y no han cometido ningún delito terminan detenidos y deportados.

“Si una persona tiene que chequear anualmente con ICE, no es alguien que ofrece peligro”, dijo. “Son personas que están contribuyendo a la comunidad y están haciendo lo mismo que han hecho siempre”.

Según Kumar, la única solución para los inmigrantes es que la comunidad latina elija a funcionarios públicos que los representen.

Mientras tanto, “no podemos cansarnos”, dijo Kumar. “Hay que seguir adelante llamando a nuestros congresistas y senadores para abogar por los inmigrantes”.

Las autoridades no le han renovado el permiso de trabajo a Anibal Mazariego, el cual debe expirar en el 2018. Sus abogados están tramitando su residencia, dijo su sobrino.