Medios internacionales han informado que las fuerzas especiales de Francia, durante varios meses, contrataron a soldados iraquíes para eliminar a ciudadanos galos que viajaron al país asiático para unirse al Estado Islámico (EI).
Los reportes detallan que se dio orden de matar a, al menos, 30 ciudadanos franceses y que el objetivo de la operación era que estos yihadistas no volvieran a su país de origen para que no acabaran suponiendo un peligro.
El Gobierno de Francia ha afirmado que los ciudadanos galos que viajen a Irak o Siria para unirse a las filas del EI deben asumir los “riesgos” que ello conlleva.
“Les digo a todos los combatientes que se unen a EI y que van al extranjero a hacer la guerra que (…) tiene riesgos y tienen que asumirlos”, dijo el portavoz gubernamental, Christophe Castaner, al término de la reunión del consejo de ministros.
La prensa internacional ha señalado que varios yihadistas franceses han muerto en Mosul, el último gran bastión del EI en Irak. Estos milicianos habrían fallecido por la acción de tropas iraquíes guiadas a su vez por la información de inteligencia enviada desde París.
Las autoridades calculan que unos 700 ciudadanos galos forman parte de EI en Irak y Siria, donde Francia realiza alrededor del 5% de los ataques aéreos de la coalición internacional que lidera Estados Unidos. Además, dispone de unidades de artillería en Irak y de fuerzas especiales que operan en los dos países vecinos.
