Cruenta batalla por quién toma el control del Cártel de Sinaloa

0
302

La captura de “El Licenciado”, que lideraba el cártel de Sinaloa, ha desatado una cruenta batalla para hacerse el control. Dámaso López Nuñez, “El Licenciado”, dejó el hueco y despejado el camino para que Ismael El Mayo Zambada, asuma el control pleno del también llamado cártel del Pacífico.

Desde que El Chapo fue extraditado a Estados Unidos la violencia se ha recrudecido en Sinaloa, el centro de operaciones del cártel. Los homicidios en los primeros cuatro meses del año suman 492, mientras que en el mismo periodo del año anterior ocurrieron 330. La entidad ha sufrido una de sus peores crisis de seguridad sin que el Gobierno estatal a cargo de Quirino Ordaz Coppel haya podido contener la violencia. Los policías locales no pudieron poner orden y se tuvo que recurrir a el Ejército y la Marina, que tampoco han logrado aminorar la violencia. Las autoridades mexicanas prevén que con la detención de López Núñez los hechos delictivos disminuyan.

El capo, uno de los fundadores de la organización criminal es el que ha intentado poner orden dentro de la agrupación ante las pugnas desatadas entre El Licenciado y la familia de El Chapo Guzmán, señalan especialistas en temas de seguridad. “Los líderes —bajo cualquier circunstancia— siempre han sido Guzmán Loera y Zambada García y mientras uno de los dos viva seguirá operando con la misma fuerza”, dice Alejandro Sicairos, analista local en temas de crimen organizado.

Ismael Zambada García, de 69 años, es uno de los delincuentes más buscados en México y Estados Unidos. La Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) ofrece una recompensa de 30 millones de pesos (poco más de un millón y medio de dólares) a quien brinde información sobre su paradero. Las autoridades ministeriales lo acusan de delincuencia organizada, delitos contra la salud, acopio de armas y lavado de dinero. Además es uno de los 122 objetivos prioritarios del Gobierno de Enrique Peña Nieto. En EE UU en enero de 2003 fue acusado por un Jurado Federal de Washington por tráfico de drogas. El Departamento de Estado también ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares a quien ayuda a su captura. Nunca ha sido capturado, publica El País.

Según las autoridades estadounidenses, la gente a cargo de Zambada García recibe toneladas de cocaína por vía marítima de fuentes colombianas. Después de recibir la mercancía, los miembros de la organización la transportan a través de aviones, camiones y autos para llevarla al otro lado de la frontera que divide a México de Estados Unidos. El Departamento del Tesoro de EE UU ha señalado a una serie de empresas con operación principalmente en Sinaloa y que están a cargo de la familia de Zambada como parte de una red que se encarga de lavar el dinero producto de la venta de narcóticos. El cártel de Sinaloa no cuenta con una estructura jerárquica definida, pero sus líderes más importantes han sido Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada García y Juan José Esparragoza, según el sitio especializado Insight Crime. “El Chapo, El Mayo y El Azul tienen sus propias organizaciones autónomas que cooperan entre sí, mientras que las operaciones del cartel en el extranjero, e incluso en el interior de México, generalmente son tercerizadas a través de socios locales”, se expone en un análisis sobre el crimen organizado. Zambada, dice Alejandro Sicairos, siempre ha cuidado que no se desaten rupturas internas para “que no se le eche a perder el negocio”. En cambio los hijos de Guzmán Loera, denominados Los Chapitos, se han mantenido en una posición más beligerante a fin de suplir a su padre dentro del cártel.

El Gobierno federal y Estados Unidos consideran al capo también apodado El Quinto Mes como un factor de estabilidad dentro del cartel, dice Sicairos. Pese a su edad y a sus malas condiciones de salud, sigue coordinando el envío de cargamentos de droga. “No le gusta que le echen a perder la estabilidad que necesita para operar, por eso ha buscado arreglos a las pugnas internas. Ahora Los Chapitos tendrán que trabajar bajo la linea que él marque”, apunta. Sobre el papel de El Azul, menciona que no hay mucha claridad sobre la función que desempeña actualmente, mientras que El Guano controla la zona de Badiraguato, la cuna del Chapo. “Él trabaja de manera aislada, no hay elementos para decir que está coordinado con los hijos del chapo, al contrario también parece que les está peleando el control del cártel”, expone.

Para el analista sinaloense Sicairos, la detención de El Licenciado crea la condiciones para que su hijo El Mini Lic, los hijos de El Chapo y Aureliano Guzmán Loera, El Guano, se sienten a negociar. Pero Martín Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, no opina lo mismo. Él considera que existe el riesgo de que el descendiente de Dámaso quiera asumir las funciones que realizaba su padre y esto lo lleve a mantener la guerra intestina en contra de Los Chapitos. “La disputa continuará y esto puede llevar a un incremento de la violencia”, advierte. Además El Mini Lic, destaca, puede cobrar venganza en contra de quienes hayan traicionado a su padre, en caso de que alguien dentro de la organización haya contribuido a su detención. “En el operativo de captura no hubo violencia, lo que hace suponer que fue delatado. Si fue así habrá algún tipo de ajuste”, considera.