Militares retirados de Estados Unidos solicitan a Trump no dar la espalda a Cuba

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La política de Donald Trump hacia Cuba sigue en el aire, 16 antiguos altos mandos militares han solicitado a la Casa Blanca continuar el acercamiento a la isla por razones de seguridad nacional. “Si no nos conectamos económica y políticamente, no hay duda de que China, Rusia y otros con intereses contrarios a los nuestros se apresurarán a llenar el vacío”, dicen en una carta enviada este jueves al consejero de seguridad nacional y teniente-general H.R. McMaster.

“En los calientes debates sobre la normalización de relaciones con Cuba se pasa a menudo por alto que supone una oportunidad para fortalecer la seguridad nacional”, sostienen los exmilitares, que consideran que para Washington estar bien avenido con La Habana es relevante tanto a nivel bilateral.

Para los antiguos militares la situación de Cuba en el Caribe y su proximidad a Estados Unidos la convierten en un aliado natural y de alto valor estratégico en asuntos urgentes como el terrorismo, el control de las fronteras, enfrentamiento al narcotráfico, protección medioambiental y manejo de emergencias. “Completar la reapertura de relaciones con Cuba (…) nos ayudaría a reformular nuestros vínculos con Latinoamérica, aislando a nuestros adversarios”dicen.

De cauerdo con medio internacionales la carta tiene el enfoque del expresidente, Barack Obama: visión geoestratégica y apuesta por el poder blando para influir en la democratización del país caribeño. “Aumentando el comercio y el flujo de información estaríamos empoderando al pueblo cubano para que elija mejor su propio futuro”.

La misiva ha sido impulsada por el laboratorio de ideas American Security Project (Proyecto de Seguridad Americana), que cuenta entre sus fundadores con John Kerry y Chuck Hagel, exsecretario de Estado y exsecretario de Defensa con Obama.

En marzo algunos de los firmantes de la carta visitaron Cuba y hablaron con miembros del Gobierno cubano que les expresaron su preocupación por  la política que podría adoptar Trump.

Si bien hace tiempo que no habla sobre Cuba, el presidente ha dicho que su intención es revertir el deshielo de Obama si La Habana no da libertades a sus ciudadanos, una postura que parece más un gesto hacia los republicanos anticastristas que una convicción. Su administración ha afirmado que se está “revisando” lo que hizo Obama pero no ha dado pistas concretas del rumbo que vaya a tomar la política hacia Cuba.

Algunos  expertos consideran que Cuba no es tema urgente para Trump y que la lentitud en renovar la plantilla de encargados de América Latina tiene la cuestión en punto muerto.

La apuesta de los exmilitares es tratar de convencer a Trump de profundizar en el deshielo a través de McMaster, un militar de mentalidad pragmática que gana cada vez más influencia en la Casa Blanca.Para el Gobierno cubano, la decisión que tome el presidente de Estados Unidos es trascendental.