¿Cómo es la mafia italiana en el siglo XXI?

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Sergio Mattarella, el presidente de Italia, dice que la “mafia aún es fuerte y está presente. Controla actividades económicas legales e ilegales, y trata de dominar pedazos de territorio”.

Michele Riccardi, investigador de Transcrime, un prestigioso centro de investigación sobre crimen transnacional explica que las mafias todavía ejercen un poder muy fuerte, sobre todo en algunas áreas del país y en ciertos sectores de la economía.

Según Riccardi han evolucionado con el tiempo, “su poder no ha mutado tanto en intensidad como en su modus operandi. El componente violento disminuyó (excepto en la región napolitana), pero el empresarial aumentó, a juzgar por el incremento en la corrupción, el lavado de dinero y en la confiscación de propiedades”, dice.

Al igual que en otros  países el investigador menciona que el nivel de infiltración en algunas áreas es enorme, “por ejemplo en Calabria y en sectores como la construcción, donde una de cada cuatro empresas han sido confiscadas por vínculos mafiosos”.

Índice de presencia mafiosa por provincia

No hay una sola provincia norteña que tenga un índice de presencia mafiosa alto, y sólo hay cuatro de nivel medio: Imperia (14,41), Génova (14,27), Trieste (10,47) y Milán (8,15). En cambio, en los primeros puestos del ranking están Nápoles (101,57), Reggio Calabria (80,25), Vibo Valentia (60,36), Palermo (58,2) y Caltanissetta (53,18).

Al hacer una comparación con el pasado, todos los expertos coinciden en que el poder de la mafia sigue siendo enorme. Lo que ocurre es que cambiaron sus formas, sus estrategias. “La mafia ha mudado de piel. Las organizaciones criminales hoy prefieren trabajar en silencio. Es más, exigen silencio. Las masacres y las bombas en las calles son parte de una época en la que las mafias, con la Costa Nostra a la cabeza, querían actuar como un contraestado.

El narcotráfico, es el negocio más rentable, les reporta beneficios por 7.730 millones de euros al año, según datos de Transcrime. Le siguen la extorsión (4.760 millones), la explotación sexual (4.660 millones), la falsificación y el contrabando (4.540 millones) y la usura (2.240 millones).

Ingresos anuales de la mafia