Floyd Mayweather noqueó y cumplió con su objetivo de romper récords

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Con 40 años y cinco coronas mundiales (superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter), Floyd Mayweather Junior es uno de esos pocos boxeadores contemporáneos que se han ganado, sobre la base de talento e inteligencia, el halo de leyenda inmortal en el deporte.

Sin embargo, esa necesidad de probarse a sí mismo para saciar su vanidad -buscando consolidarse como el mayor recaudador en la historia del pugilismo-, lo expuso a un regreso polémico ante el irlandés Conor McGregor , un reconocido campeón mundial de UFC que nunca antes había boxeado profesionalmente.

McGregor estuvo a la altura de la exigencia de un combate de boxeo con millones de espectadores en todo el mundo y obligó a Mayweather a cambiar su estilo para hacerse con un triunfo que llegó por agotamiento de su rival, totalmente entregado a partir del octavo asalto.

Lejos de cumplir con las expectativas que millones de fanáticos auguraban -por el simple hecho de que se enfrentaron las dos figuras más convocantes del boxeo y las artes marciales mixtas-, el combate realizado en el T-Mobile Arena de Las Vegas, ratificó la condición de gran negocio y enterró la teoría marketinera de pelea del milenio con que trataron de venderla. Fue un evento pensado directamente para el morboso público norteamericano, ávido de combinar excentricidades.

El show reportó ganancias cercanas a los 1000 millones de dólares, superando los 623 millones del combate que protagonizaron Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, en 2015.

Abandonó su habitual estilo defensivo para hacerse el dueño y señor del ring. Apostó por su ataque y terminó aplastando a un McGregor totalmente entregado a partir del octavo asalto. El luchador irlandés perdía gasolina con una facilidad pasmosa y a pesar de tomar aire con cada campanada, el castigo de Mayweather -conectaba cuándo y dónde quería- terminó minando por completo el físico del artista marcial.

En el décimo asalto, una cascada de golpes de Mayweather hizo tambalear a McGregor hasta tal punto que el árbitro no tuvo más remedio que parar el combate. “Pararon la pelea demasiado pronto”, aseguró ‘The Notorious’ en el ring. Pero no, era el momento perfecto para dar por finalizado un experimento que no ha salido nada mal. Mayweather ‘salvó’ al boxeo. McGregor, se puede ir con la cabeza bien alta.