Real Madrid humilla al Barcelona en el Camp Nou y con 10 jugadores: 3 a 1, primer tropiezo de Valverde

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Como todo clásico entre Barcelona y Real Madrid, un partidazo, disputado, con golpes, reclamos, jugadas de ensueño de cada equipo.

En el de ida en el Camp Nou, se dio un partido muy disputado, por ratos con dominio culé, otros tramos con dominio merengue.

Una chilena de Cristiano Ronaldo, que no logró empalmar bien, al 69 y luego tres minutos después, la anulación de su gol en supuesto fuera de juego, confirmaban que los merengues no estaban dispuestos a salir derrotados.

Mientras al 73, Busquets solo para empujarla y poner la paridad -luego que Madrid ganaba 0 a 1 con autogol de su archienemigo Gerard Piqué-, denotaban el ir y venir, que los clásicos son de muerte, sin importar qué disputan.

Un penal al 75, inventado, polémico a favor del Barcelona, un regalazo del árbitro. Barcelona empató no con la mano de Dios -como Maradona en un mundial- , sino con la mano del árbitro. 1 a 1. Messi.

Suárez a su mejor estilo de tirarse, hizo que el árbitro adrede o no, se la comiera.

El Madrid se descontroló por unos minutos después del obsequio arbitral que solo los muy fanáticos del Barcelona celebraron.

Pero esto no estaba terminado, al 79 apareció el comandante. Golazoooo, en contragolpe. Isco a CR7, este dobla a Piqué y cruzó al arquero culé. Corrió, se quitó la camisa y celebró al estilo de Messi, mostrando la camiseta a los aficionados azulgranas.

1 a 2, como si Dios quiso hacer justicia después del penal más que regalado.

Al 81, el árbitro solo le faltó ponerse la camisa de Barcelona. Expulsó a CR7 porque dijo que se tiró, cuando fue más falta del defensa culé que la que supuestamente cometió Keylor sobre Suárez.

El defensa lo empuja, CR7 cae y el árbitro salió corriendo a ponerle la doble amarilla y luego la roja, pero a CR7.

El error de Cristiano fue empujar al árbitro por frustración, luego de ver la roja. Igual, se pierde el partido decisivo en el Bernabeu.

Más no se le puede pedir al árbitro, como si su tarea era llevar al campeonato a los azulgranas.

Al 84, Suárez se tiró pero el árbitro se hizo el de los panes, no hubo amarilla.

Y con 10 jugadores, aguantando, el Madrid le clavó el tercer golazo. Contragolpe de nuevo frente a Piqué, Asensio marcó un golazo de fuera de área. Tenía 8 minutos de haber ingresado.

La cara de Messi lo decía todo, aunque anotó el penal regalado. Primer round por la Supercopa de España.

Al menos al final, el Barcelona debió hacer el pasillo a los merengues, pues no lo hicieron al inicio del juego.