Espectacular tercer juego finales NBA, !Warriors ganan de infarto a Clevelands¡

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Los Cavaliers de LeBron James salieron imponentes, sin un mañana, aunque les faltara un partido si perdían este tercero. Hasta los tableros y los aros jugaban en su favor; a tres minutos de finalizar el cuarto periodo, ganaban por 3 puntos, a 40 segundos ganaban por uno. Un desgaste impresionante. Parecía que era todo a su favor.

Los Cavs, esforzándose el doble o triple para superar a los poderosos Golden State, hicieron la hombrada mientras los guerreros resentían que una de sus estrellas, Kevin Durant no había sido tan efectivo como antes. Los Cavs ganaban su primer partido, en casa a menos de un minuto, pero esperando que ese súper esfuerzo no les pasara factura en esos últimos segundos fatídicos; y… apareció esa estrella de los GSW, el que había pasado sin pena ni gloria. Con sangre fría Durant, con una de tres haciendo la jugada del partido, daba vuelta al marcador dando estocada de muerte como un torero a su presa.

De infarto, de película, los Warriors demostraban por qué son el team de la muerte, el equipo frío, el calculador, aunque arriesga mucho a veces. Warriors por cinco, ganaron su tercer juego, 118 a 113. Esta no es la final del año pasado, en la que se puso en duda cómo se dejaron remontar los guerreros ganando 3 a 1. Bueno, Cleveland nunca había ganado un título y era el regreso de LeBron a su equipo. Ahora, este año, es diferente. Nadie se ha levantado de un 3 a 0 en finales. ¿Será posible? el viernes lo sabremos si aún seguiremos disfrutando al menos de un juego más, o dos, o tres.

Un primer cuarto electrizante de principio a fin, con tiros efectivos de cada equipo, con los Warriors anotando 7 de 9 de tres de campo, pero con un LeBron metido totalmente en el partido.

Cleveland demostraba que no estaba dispuesto a ser arrastrado, mucho menos barridos en su cancha, con su público. Por primera vez en tres partidos, los Cavs se pusieron al frente en el marcador, casi 11 minutos de tú a tú, pero al cierre del cuarto, la magia de los Warriors explotaron y se fueron arriba 7 puntos, finalizando 39 a 32.

Para finalizar el periodo, LeBrond robó pelota, corrió toda la cancha e invitó a JaVale Mcgee a taparlo. Mcgee aceptó el reto y terminó viendo como clavaban la pelota en su cara. LeBron hacía llenar de éxtasis su estadio. Descanso.

Los Cavaliers ingresaron con nuevos brillos y anotaron 7 puntos seguidos contra 0 de los encabezados por Durant. Pero de nuevo, con los guerreros enfrente no hay marcador que no pueda alcanzarse y remontarse; rápidamente los Golden pasaron al frente por tres al minuto 4.

Lo peleado del partido era por un solo motivo, la osadía y sobreesfuerzo de LeBron, que no paraba de anotar hasta de reversa y contra el tablero, dejando mal parado algunas veces a su sombra, Durant. Al minuto 5 del segundo periodo la diferencia en el marcador era apenas de uno a favor de los Golden State, con Curry en el banquillo esperando turno, 46 contra 45.

Entra Curry y llega a apagar el fuego con otra de tres.

La primera mitad termina con jugadas espectaculares de ambos equipos, jugadas que hacían soñar a sus fanáticos.

67 a 61 con los Warriors arriba se fueron al descanso, con un Curry pletórico, esta vez ayudado por Klay Thompson que estaba jugando con buen nivel, ese que olvidó los primeros dos partidos. 12 de 20 de tres puntos hablaba bien de los Warriors.

El esfuerzo de los Cleveland era obvio, mientras los Golden State hacían su juego habitual, incluso perdiendo 11 veces el balón.

El tercer periodo inició igual, poniendo toda la carne en el asador los Cleveland acercándose al marcador, saliéndole todo incluso hasta sacando la cuarta falta de Green.

Pero definitivamente Curry llegó encendido, lleno de brasas en sus manos, no solo encestando de lejos, sino penetrando ante los gigantes de los Cavs, increíble de otro mundo.

Pero la historia comenzó a cambiar, los Cleveland se acordaron que no hay equipo que se haya levantado de un 3 a 0, se acordaron que estaban con su público en casa, y haciendo de tripas corazón, lucharon por remontar y ponerse arriba en el marcador. Y vaya que lo hicieron, pletóricos, robando balones, presionando, ganando rebotes ofensivos y defensivos, anotando… todo le salía de maravilla hasta terminar arriba por siete puntos, lo máximo en diferencia que han alcanzado ante los poderosos Warriors.

LeBron tuvo equipo, su mejor socio, Kyrie Irving, el 2, que anotó de donde pudo y a placer, 35 puntos para cada uno, faltando solo 7 minutos para terminar último periodo, seguían liderando el partido.

La esperanza de ponerse 2 a 1 en la serie estaba más cerca. Partidazo… pero, los Warriors, como acostumbran ante quien sea, sacan toda la magia, el guante, en los últimos minutos… apretaban el marcador, se ponían a un punto y luego… ganaron.