El Real Madrid pretende recuperar el dinero que pagó por el colombiano James Rodríguez, quien se despidió ayer del estadio Santiago Bernabéu y lo hizo sabiendo que el de Sevilla podría haber sido su último partido en el estadio madridista con la camiseta del Real Madrid.
James ha sido relegado al plan B de Zinedine Zidane, sin presencia en los partidos decisivos del conjunto blanco, circunstancia que ha llevado al colombiano a pedir a Jorge Mendes, agente y persona de confianza, que busque otro destino tras comprobar que su estancia en el Real Madrid le aleja de la felicidad deportiva por culpa de su condición de discutible en el once titular. Además, con el Mundial Rusia 2018 en el horizonte, la suplencia puede afectar su desempeño si Colombia se clasifica.
En enero estuvo a un paso de firmar por el Chelsea, que ha resultado campeón de la Premier League.
En los últimos momentos se rumoró fuertemente que su destino es el Manchester United, bien a cambio de un traspaso, el Real Madrid va a pedir 82 millones de dólares por la operación, o bien como moneda de cambio de la posible llegada del portero David de Gea a la entidad madridista.
El Chelsea no ha renunciado al mediapunta y espera al desenlace final de la temporada para pasar al ataque y hacer llegar al Bernabéu una propuesta de traspaso.
