Hollywood quiere dar el ejemplo tras la pandemia del coronavirus, que obligó a la suspensión de rodajes de películas y series de televisión. Si bien son pocas las producciones que retomarán sus actividades durante las semanas más próximas, sus sindicatos ya están planeando cómo será la industria después del COVID-19.
Para reactivar la industria del entretenimiento después de que la pandemia de coronavirus que fue paralizada por tres meses, en esta nueva normalidad se estableció un protocolo de producción a fin de permitir la reapertura de los sets de filmación, incluyendo el uso de efectos digitales para la realización de secuencias de sexo.
Considerando que las escenas de acción o en las que se realice una actividad sexual pueden incrementar el riesgo de transmisión del virus, las normativas de seguridad sugieren mantener el menor contacto posible.
En el caso de las escenas de sexo, puntualmente, se aconseja la reescritura del guión, descartar la secuencia o la utilización de imágenes realizadas por computadora (CGI por sus siglas en inglés) para evitar el contacto físico.
El presidente del Sindicato de Directores de Estados Unidos (DGA por sus siglas en inglés), Thomas Schlamme, explicó en una declaración que las pautas de salud y seguridad tienen como objetivo proteger a los trabajadores y artistas en la medida en la que se retoman las actividades en Hollywood. “El camino de regreso finalmente está tomando forma y seguimos siendo optimistas. Apreciamos la necesidad de volver al trabajo y saber que el tiempo es extremadamente importante. Hacerlo bien es obligatorio”, mencionó Schlamme
La asociación de editores de cine, por ejemplo, confeccionó un documento donde plantea la posibilidad de que los equipos reescriban o eliminen los “momentos de contacto cercano” entre los actores, o sea, las escenas de sexo o intimidad.
La idea es que las escenas de amor no sean realizadas por actores de carne y hueso, sino a partir de CGI. De este modo, la tecnología digital tendrá un rol preponderante en la pospandemia en lo que refiere a la producción audiovisual.
De hecho, en 2019, cuando nada parecía augurar este presente, hubo un caso: “El irlandés”, de Martin Scorsese. La producción de Netflix se demoró por el costoso uso de la tecnología para rejuvenecer, punto por punto, plano por plano, a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci en una película de tres horas de duración.
De todas formas, y pensando en la salud y seguridad de los actores y equipos de trabajo, probablemente el futuro de Hollywood vendrá con menos escenas íntimas.
