Heath Ledger fue encontrado muerto en su apartamento, a causa de una sobredosis accidental de analgésicos y sedantes en el 2008. Era una estrella reconocida por su protagonismo en el drama Brokeback
Los que le conocieron, le recuerdan como “hombre muy sensible” que combatió contra sus demonios en los últimos días de vida.
“Quería fama y cuando la consiguió, ya no la quería”, cuenta sobre Ledger el cineasta Matt Amato.
Gerry Grennell, amigo de Ledger y quien vivió con él mientras rodaba la película The Imaginarium of Doctor Parnassus, relató que estaba “agotado emocional y físicamente” y que padecía una persistente neumonía. Además, tomaba pastillas para dormir, ya que sufría de insomnio.
Según Grennell, Ledger estaba deprimido por la ruptura con Michelle Wiilliams, la madre de su hija, Matilda, de ese entonces de tan sólo dos años. “Echaba de menos a su chica, echaba de menos a su familia, echaba de menos a su niña, deseaba desesperadamente verla y abrazarla y jugar con ella”, relata el director.
Kate Ledger, que hablaba con su hermano constantemente, le dijo a People que Heath seguía siendo un “niño feliz” con ella y con otros miembros de la familia.
Kate señala que le advirtió a su hermano de que tuviera cuidado con los medicamentos que tomaba, unas semanas antes de su muerte: “Yo sólo dije: ‘Tienes que ser muy cuidadoso mezclando cosas'”.
También cuenta que su última conversación telefónica con él fue alegre: “Estaba cocinando la cena… y nos reímos. Luego dijo: ‘Me tengo ir’ y ‘te llamaré a las 8:30 de la mañana’, y eso fue todo. Esa fue nuestra última conversación. Le dije: ‘Está bien, te amo’. Y eso fue todo. Es desgarrador”.
Steve Alexander, agente de Ledger, habló con él la noche antes de su muerte y dice que la conversación fue normal. “Estaba en el supermercado, comprando algunas cosas para la cena que estaba haciendo en el apartamento esa noche” relata.
