EL SALVADOR.- ¿Ya la probaste?, seguramente que si. Las torrejas se han convertido en unos de los platillos por excelencia de la Semana Santa en El Salvador.
Cubiertas de miel de azúcar o dulce de panela con leche, las torrejas se han convertido en el platillo que no puede faltar en los hogares salvadoreños durante Semana Santa, aunque puede ser preparada y degustada en cualquier época del año.
Según la Real Academia Española la torreja “es como un dulce hecho de láminas irregulares de masa de harina con huevos, mantequilla que se fríe y se espolvorea con azúcar”. También puede definirse simplemente como una rebanada de pan.
También es conocida como torrija o tostada francesa, refiriéndose a una rebanada de pan (habitualmente de varios días) que es empapada en leche, almíbar o vino y, tras ser rebozada en huevo, se fríe en un sartén con aceite. Se endulza con miel, melaza o azúcar y es aromatizada con canela.
Pero… Cuál es su origen… Te contamos:
Según la historia, este delicioso platillo provendría de Europa, en donde suele incluirse vino, frutas y en ocasiones hasta chocolate en su preparación, dependiendo de la región.
Esta sería una teoría válida, pues antes de la colonización española, en la región mesoamericana no existían los huevos de gallina ni el trigo y, casualmente estos alimentos fueron traídos por los conquistadores.
En documentos del siglo XV, las torrejas son mencionadas como un alimento útil para las mujeres embarazadas. De aquí nace indirectamente la relación entre la Semana Santa y las torrejas, ya que; inicialmente el motivo principal para preparar el platillo, allá por 1600, era para fortalecer la salud de las mujeres después de un parto.
Es así como la torreja se visualizó como un sustituto de la carne ante la abstinencia de este producto durante la Cuaresma. Al contener huevo y leche, las torrejas complementaban el contenido proteico requerido durante esos días y así se volvió una comida típica de estas celebraciones.
La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la Pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
Como parte de esta conmemoración muchas personas en todo el mundo y en el Pulgarcito de América no es la excepción, desde tiempos antiguos han adoptado la tradición de preparar y comer platillos especiales durante la época.
¿Cómo prepararlas?
Los ingredientes necesarios son:
- La tradicional torta de yema de huevo, de preferencia de las más frescas
- Dos huevos frescos
- Dos cucharadas de harina para hornear
- Una taza de leche hervida con canela
- Margarina o aceite
- Para la miel es necesario un litro de agua, canela al gusto, pimienta negra, jengibre, un atado de dulce, también conocido como dulce de panela.
Preparación:
Primero debes cortar el pan en rebanadas que no sean ni muy gruesas ni muy delgadas, luego bañarlas de leche, sin dejarlas empapadas. Posteriormente se debe batir los huevos, comenzando con las claras y cuando se encuentren a punto de turrón agregar las yemas y la harina para hornear.
El siguiente paso es pasar una a una las porciones de pan en la mezcla anterior, de forma que queden cubiertas.
Después colocarlas en una cacerola que debe estar lista con la margarina o aceite a punto caliente para que no se peguen y cuidando de no quemarlas.
En cuanto a la miel, en una olla aparte se debe colocar el litro de agua, la canela, pimienta gorda (unas cinco semillas), el jengibre y el dulce. Se dejar hervir hasta que esté a punto de miel o espeso.
Por último, solo falta “bañar” las torrejas con la miel y estarán listas para degustarlas con familiares y amigos.
