El Congreso de Perú declara ‘persona non grata’ a Evo Morales y él responde

Los parlamentarios señalan a Morales de "injerencia e intromisión", mientras que el exmandatario que espera no sean por racismo.

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La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú declaró “persona non grata” al expresidente boliviano Evo Morales.

La declaración, aprobada por la mayoría de esa Comisión, es de carácter simbólico, por el “negativo activismo político en el Perú” según un documento compartido en Twitter por el presidente Ernesto Bustamante, miembro del partido derechista Fuerza Popular.

“Declarar persona no grata a Evo Morales Ayma en nuestro país por su negativo activismo político en el Perú y su evidente injerencia e intromisión en la agenda política, social y económica del gobierno del Perú, en claro perjuicio de los intereses del pueblo peruano”, se lee en uno de los párrafos del documento firmado por Bustamante.

Además, pide “a las autoridades competentes” que se prohíba el ingreso del exmandatario boliviano a territorio peruano y a los ministerios de Interior y de Defensa “tomar las acciones necesarias para el cumplimiento del presente acuerdo”.

Frente al anuncio el fundador del Movimiento al Socialismo (MAS) respondió que la “unidad y solidaridad” está por encima de lo expresado por los parlamentarios.

“Bolivia y Perú son hermanos con lazos históricos e inquebrantables de lucha por dignidad y soberanía” y agregó que la “unidad y solidaridad” está antes que lo expresado por el grupo de congresistas. “Esperamos que no sean parte del racismo”, agregó.

Según la declaración, desde julio de este año Morales visitó Perú para sostener “reuniones proselitistas con diferentes organizaciones políticas” de ese país, que “es atendido en vehículos oficiales” y “brinda declaraciones ingratas que advierten una agenda propia de acuerdo a intereses extranjeros”.

Del mismo modo, se afirma que se ha referido a “temas sensibles que dividen a la población peruana”, como la conformación de una Asamblea Constituyente, la estatización de recursos naturales e hidrocarburos, políticas antiimperialistas, ampliación de cultivos de coca y el rechazo a la organismos estadounidenses como la DEA y la USAID, que fueron expulsados por La Paz durante los mandatos de Morales. 

Otra de las razones que se esboza en la declaración alcanza incluso a la Runasur, una plataforma sudamericana de movimientos sociales que ha venido impulsando Morales, cuya reunión se realizaría en la ciudad peruana de Cusco, entre el 20 y 21 de diciembre. Los derechistas alegan que no se conoce oficialmente “el sentido del auspicio de las autoridades nacionales”.

El líder boliviano ingresó a pie al país vecino el pasado 26 de julio para asistir dos días después a la juramentación del izquierdista como nuevo presidente. Al llegar a la zona fronteriza de Desaguadero, en el departamento del Puno, declaró que estuvo en “permanente contacto” con Castillo durante la campaña y que tenían coincidencias “políticas y programáticas”. Su anterior visita había sido en 2018, luego de que la Corte Penal Internacional rechazara la solicitud de Bolivia de negociar una salida al mar con Chile.

Los días que estuvo en Perú se reunió con el fundador del gobernante partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, y expresó su deseo de que el mandatario boliviano, Luis Arce, y su par peruano establecieran una agenda bilateral.

Morales también sostuvo reuniones con representantes sindicales del magisterio peruano y productores de hoja de coca. Al salir de este último encuentro, dijo que coincidieron en “trabajar por la unidad”, que “América Latina no es el patio trasero de EE.UU” y habló de la necesidad de crear un Consejo Andino de Productores de Coca.

El expresidente boliviano también aseveró en ese vieje que Argentina, Bolivia y Perú debían industrializar el litio como Estados.

En agosto pasado el líder boliviano estuvo en la ciudad peruana de Arequipa, donde participó en el Primer Congreso Nacional de Juventudes. Desde allí manifestó su acuerdo con la convocatoria a una Asamblea Constituyente en el país andino, que fue una de las promesas de campaña de Castillo. “Es una nueva refundación para Perú, como se hizo en Bolivia”, dijo.