Fallece el exsecretario de EE.UU, Colin Powell, por complicaciones vinculadas al Covid-19

Powell había cumplido con el ciclo completo de vacunación contra el coronavirus y estaba siendo tratado por covid en el Centro Médico Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland.

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El exsecretario de Estado de Estados Unidos Colin Powell falleció este lunes, a los 84 años de edad. Según informó su familia, el primer secretario de Estado afroestadounidense del país falleció por complicaciones vinculadas a la covid-19.

Powell había cumplido con el ciclo completo de vacunación contra el coronavirus y estaba siendo tratado por covid en el Centro Médico Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland.

El exsecretario de Estado padecía un mieloma múltiple -un tipo de cáncer de sangre que pudo hacerlo más susceptible a los síntomas de la covid- y tenía la enfermedad de Parkinson.

“Hemos perdido a un extraordinario y amoroso esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense”, señaló su familia en un comunicado publicado en las redes sociales.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su profunda tristeza por la muerte de Powell, a quien calificó como “un amigo” y “un patriota de inigualable honor y dignidad”.

En un comunicado divuldado por la Casa Blanca, Biden destacó que el general encarnó “los más altos ideales como diplomático y soldado”.

Por su parte la Encargada de Negocios de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, escribió: “La muerte del Ex Secretario de Estado Colin Powell es una tremenda pérdida. Siempre puso en acción sus palabras. Creía en poner a las personas primero y que cada persona es importante. Fue un increíble ejemplo de servicio público”.

Powell, de origen humilde, fue un oficial del ejército altamente condecorado. Prestó servicio en Vietnam, una experiencia que más tarde ayudó a definir sus propias estrategias militares y políticas.

Se convirtió en un asesor militar de confianza de varios de los principales políticos estadounidenses. Y, a pesar de sus propios recelos, ayudó a inclinar la opinión internacional en favor de la invasión de Irak en 2003.

En 1962, fue uno de los miles de asesores enviados a Vietnam del Sur por el presidente Kennedy para reforzar al ejército local contra la amenaza del Norte comunista.

Durante su gira, Powell resultó herido al pisar un palo de punji, una estaca de madera afilada escondida en el suelo y utilizada como trampa explosiva.

En 1968, regresó a Vietnam, recibiendo una condecoración por su valentía después de sobrevivir a un accidente de helicóptero en el que rescató a otros tres soldados de los restos en llamas.

Más tarde le asignaron investigar una carta de un soldado en servicio que reforzaba las acusaciones de una masacre en My Lai en marzo de 1968, en la que soldados estadounidenses mataron a cientos de civiles, incluidos niños.

La conclusión de Powell (“refutando directamente esta descripción, las relaciones entre los soldados estadounidenses y el pueblo vietnamita son excelentes”), se enfrentó con la creciente evidencia de un trato brutal a los civiles por parte de las fuerzas estadounidenses.

Más tarde fue acusado de “encubrir” la noticia de la masacre, cuyos detalles no se hicieron públicos hasta 1970.

Después de regresar de Vietnam, Powell obtuvo un MBA en la Universidad de Georgetown en Washington, antes de obtener una prestigiosa beca de la Casa Blanca bajo la presidencia de Richard Nixon.

Powell ahora era visto como una estrella en ascenso. Hubo un período como teniente coronel en Corea del Sur antes de pasar al Pentágono como oficial de estado mayor.

Después de un período en una universidad del ejército, fue ascendido a general de brigada y comandó la 101 División Aerotransportada antes de asumir un papel de asesor en el gobierno.

Trabajó durante un tiempo en el gobierno de Carter y luego se convirtió en asistente militar principal de Caspar Weinberger, el Secretario de Estado de Defensa designado por el presidente entrante, Ronald Reagan.

En 1987, Powell se convirtió en asesor de seguridad nacional. Era el momento de la participación de Estados Unidos en las llamadas “guerras sucias” en Centroamérica, incluido el respaldo a los contras, los paramilitares de derecha en Nicaragua.

Cuando George H.W. Bush asumió la presidencia en 1989, Powell fue nombrado presidente del Estado Mayor Conjunto, la posición militar más alta en el Departamento de Defensa de EE.UU.

A los 52 años, fue el oficial más joven en ocupar el cargo y el primero de origen afroestadounidense.

Enfrentó una crisis inmediata cuando EE.UU. invadió Panamá en diciembre de 1989, derrocando al general Noriega, una medida fuertemente condenada por Naciones Unidas.

La Guerra del Golfo de 1990 vio la implementación de una estrategia que se denominó “La Doctrina Powell”. Esencialmente, Powell creía que no sería hasta que todos los medios diplomáticos, políticos o económicos hubieran fallado que Estados Unidos debería recurrir a la fuerza militar.

Sin embargo, una vez empezada la acción militar, entonces se debe desplegar la fuerza máxima necesaria para someter al enemigo rápidamente mientras se minimizan las bajas estadounidenses. También tuvo que haber un apoyo público considerable.

Gran parte de este pensamiento se basaba en la determinación de que EE.UU. ya no se encontraría empantanado en un conflicto largo e infructuoso como lo había hecho en Vietnam.

Powell se opuso inicialmente al uso de la fuerza en el Golfo, en contra de los deseos del entonces secretario de Defensa, Dick Cheney. Sin embargo, las operaciones Tormenta del Desierto y Desert Shield fueron un éxito y llevaron el nombre de Powell a una audiencia internacional.

Powell continuó siendo presidente del Estado Mayor Conjunto durante los primeros meses de la nueva presidencia de Clinton, pero le resultó difícil trabajar junto a una administración más liberal.

(BBC News)