EL SALVADOR.- La noche del miércoles 15 de septiembre, (Día de la Independencia de El Salvador), durante la celebración del Bicentenario el presidente de la República, Nayib Bukele, recibió de manos del vicepresidente Felix Ulloa, el proyecto de reformas a la Constitución de República, un tema que mantiene en alerta a diversos sectores que denuncian la posible aprobación del aborto, la eutanasia y la unión de personas del mismo sexo.
Hasta ese entonces el presidente de la República no había dado mayor opinión respecto a las propuestas de reformas que el el equipo Ad Hoc estuvo trabajando durante meses y que le presentó esa noche, sino hasta ayer cuando fue enfático y se comprometió a no tocar ningún artículo de la Constitución que se refieran al derecho a la vida.
“He decidido, para que no quede NINGUNA DUDA, NO PROPONER NINGÚN TIPO DE REFORMA a NINGÚN ARTÍCULO que tenga que ver con el DERECHO A LA VIDA (desde el momento de la concepción), con el matrimonio (manteniendo únicamente el diseño original, UN HOMBRE Y UNA MUJER) o con la eutanasia” prometió como parte de un texto que compartió en su pagina de Facebook. Sin embargo, dijo que sí creía necesario poder cambiar otros artículos.
De acuerdo con el mandatario, cambiar la Carta Magna de la República es “una DEUDA HISTÓRICA con el pueblo salvadoreño”, haciendo alusión a que la actual representa al mayor Roberto D’Aubuisson y a la oposición, a quienes señala de estar detrás de una presunta “campaña sucia”, sacando a luz los temas del aborto, matrimonio igualitario y eutanasia.
“La oposición le tiene tanto miedo a una reforma constitucional que desmonte el sistema de privilegios del que siempre han gozado, que se han encargado de esparcir rumores y una campaña sucia de que la intención es “aprobar el ABORTO, el MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO y la EUTANASIA”. Nada más alejado de la realidad” argumentó. “Ustedes me conocen desde hace muchos años y saben que no propondría ninguna de esas cosas, por más presiones internacionales que tenga” sentenció Bukele.
En esa línea se excusó en que no ha participado en la creación del proyecto de reforma constitucional, y que ahora que ya está en mis manos lo revisará, consultará y modificará, antes de enviarlo a los diputados para su estudio. No obstante, enfatizó que dicha propuesta “no incluye y ni siquiera menciona esos temas”.
En cambio, dijo que velará por que sea una Constitución que garantice el derecho al agua, al aire limpio, a la educación de calidad, a la salud, a la vivienda, al acceso a Internet, a la inclusión financiera, a créditos sin usura, a la seguridad, a la alimentación, a un salario justo y a una pensión digna, entre otros.
“Una Constitución que obligue a cualquier Gobierno futuro a invertir en salud, educación, acceso a la tecnología, que proteja el medio ambiente, que limpie y mantenga limpios nuestros ríos y playas y a que no puedan destruir lo que queda de nuestros bosques. Una Constitución que permita la participación de la población en la toma de decisiones y que les dé verdaderos derechos políticos, algo que actualmente no tienen. Una Constitución que nos lleve al futuro, pero manteniendo siempre nuestros principios y nuestra fe en Dios, como la fuerza que guía todas nuestras acciones. Y es que El Salvador solo podrá progresar, si Él así lo permite” escribió.
