Ana María Raymundo es una abuelita de 91 años con cabellera plateada y ojos de niebla que aún a su edad lucha por subsistir.
A ella, no le importa apostarse bajo un sol de vapor en el Centro Histórico de San Salvador, así como tampoco ofrecer sus canastos cuando el cielo llora, pues lo único que quiere es contar con el sustento diario.
Su rosto habla por si solo, sobre las andanzas que le han tocado en esta vida, así como el esfuerzo que hace a su edad para llegar todos los días a dicha zona desde el Barrio El Calvario de San Pedro Perulapán para ofrecer sus cestos.
Ahora ella, apela a sus nobles corazones y pide ayuda para poder reparar su casa, donde lo principal que quiere es arreglar el techo de su vivienda.
En caso que desees ayudarle puedes ubicarla en las afueras del Café Fulanos en el Centro Histórico de San Salvador.