Los abuelitos del Asilo San Antonio, en San Miguel disfrutaron ayer en horas del mediodía de un rico almuerzo, así como una buena compañía por parte de salvadoreños residentes en Los Ángeles y voluntarios del Comité Salvadoreño El Piche que saben muy bien que dando es como reciben.
Para ellos, abrir su corazón y acercarse a los menos afortunados fue una manera de consentir y agradecer a los abuelitos todo ese esfuerzo que antes brindaron a la sociedad.
Heber Lara, representante del comité mencionó que se llevó alegría así como detalles para que los abuelitos tuviesen un día de alegría.
Fue así como cada voluntario sacó su ángel que fue muy bien recibido por los adultos mayores que esperaba ese grato momento de compañía y alegría.
Los abuelitos y personal que labora en el asilo disfrutaron no solo de una alegre mañana, sino también exquisitos alimentos, donados por Ana Tejada, salvadoreña residente en Los Ángeles y voluntaria de Comité Salvadoreña El Piche.
El suculento almuerzo estuvo a cargo del chef, Alcides Fuentes, del Restaurante Pueblo del Arte, quien dijo que son más de 100 almuerzos elaborados con mucho amor, para hacer un fin de año digno y con amor para los abuelitos.
Pero los abuelitos después de disfrutar del rico almuerzo también tuvieron la oportunidad de saborear un rico postre de Panadería La Tartaleta, así como de divertidas dinámicas, donde se salió de la rutina.
En la actividad, los adultos mayores gozaron de obsequios que eran llevados por los voluntarios del comité, aunque de todos era sabido que el mejor regalo que se les podía dar no requería de envoltura, pues nada mejor que la compañía con los abuelitos y amor.
La presidenta del Asilo San Antonio, Lilian Medrano agradeció a la comunidad por este noble gesto además de la música a cargo del trío.
Sor Reina Isabel Germendia no dejo de agradecer al presidente del Comité, Enot Rubio por la ayuda que fue para ellos una bendición grande
Por otra parte, la voluntaria del comité, Haydee Olga Zelaya dijo sentirse emocionada de poder compartir con los ancianitos por primera vez después de irse del país.
Al final, Rubio agradeció a todos los voluntarios, la entrega para que el convivio fuera todo un éxito, y es que ya son 25 años de trabajar con las personas menos afortunadas como los abuelitos.
Al final el objetivo se logró. Compartir tiempo y amor con los abuelitos, en especial en estas épocas.
