¿Ahora quién cantará las rancheras?

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En el pie de página del programa de los Grammy Latinos en 2016 rezaba una advertencia para México: “La categoría de música ranchera no se celebrará por falta de inscripciones”. Y, aunque estos galardones nunca han sido especialmente relevantes para el género, ese fue el remate final para destapar lo que todo el mundo se temía: las rancheras han muerto, expuso en un reportaje una periodista mexicana para el periódico El País.

Como si fuera poco, el último caudillo, Vicente Fernández, se ha retirado.

La música popular y folclórica mexicana conocida como rancheras, que también fue adoptada por varios países centroamericanos, se está quedando sin intérpretes y compositores. Ahora sus “mariachis”, sin ninguna figura nueva y predominante en el medio, solo se dedican a interpretar grandes éxitos pasados y su inclinación musical va más por el camino de la balada pop ranchera.

Para el reconocido productor salvadoreño Willie Maldonado, la ausencia del género ranchero es porque el mercado ya no lo demanda. “Los tiempos han cambiado, la música va evolucionando, en la música ranchera  faltan compositores del calibre de José Alfredo Jiménez, y si no hay compositores de ese calibre no hay intérpretes, el mercado no se los exige, van haciendo una mezcla, imagino que en México aún si hay”, analiza Maldonado.

“Todo cambia, la evolución de la música, no podemos pedir que lo que pegó en los años 40, pegue ahora”, analiza.

El origen de la música ranchera mexicana se remonta a las personas más humildes que vivían en los campos de México. Al igual que ahora, en aquel entonces la música era un poderoso instrumento para contar las historias de la vida cotidiana y experiencias laborales.

Después de la revolución de 1910, las rancheras mexicanas cambiaron ligeramente para convertirse en un mensaje que se utilizaba para transmitir los sentimientos de rebeldía de los más humildes contra la burguesía que se aprovechaba de ellos. Luego, en gran parte gracias a las producciones del séptimo arte que llegaron a toda Latinoamérica, las rancheras mexicanas comenzaron a difundirse. Eso sucedió en la décadas del 40 y el 70.

En esa etapa, las rancheras mexicanas cambiaron de argumento prefiriendo focalizarse en las relaciones de pareja y las historias de amor imposible. Resulta particularmente interesante notar cómo los cantantes más famosos de este género han sabido desarrollar un estilo muy emocional, en el cual la nota final de una estrofa o línea se sostiene largamente hasta el punto que casi se funde con el sonido.

Los primeros cantantes de rancheras mexicanas eran conocidos como “mariachis” y se vestían rigurosamente con el traje tradicional que hoy todos conocemos con el nombre de “charro mexicano”. Poco a poco fueron surgiendo nuevos artistas, muchos de los cuales en la actualidad son verdaderos emblemas del género.

Contrario a lo que se cree, en sus inicios las mujeres fueron las que incursionaron más en este género musical. María Lucila Beltrán Ruiz, más conocida como Lola Beltrán y apodada “Lola la Grande”, es de las principales pioneras; esta fue una reconocida cantante y actriz de la farándula mexicana, considerada como la máxima exponente de la música vernácula mexicana. María de Lourdes, consideradas como “La Reina de la Canción Ranchera” y “La Embajadora de la Canción Ranchera”, respectivamente.

Otros intérpretes importantes de las rancheras mexicanas cuyas voces son famosas en todo el mundo, fueron y son: Jorge Negrete, Pedro Infante, Tito Guízar, Miguel Aceves Mejía, José Alfredo Jiménez, Javier Solís y Vicente Fernández.

Fuera de México, Rocío Dúrcal está considerada como una de las mayores representantes del género y por eso se le bautizó como “La Reina de las Rancheras”. Si bien sabemos que la cantante española era muy versátil y también le encantaba entonar tangos.

Luego del éxito mundial de Vicente Fernández se creía que su hijo Alejandro Fernández iba a tomar su lugar en ese género musical, sin embargo pese a haber llegado a la cúspide en su carrera, Alejandro se inclinó en la última década más a la música balada pop, dejando sus inicios en la música ranchera. Su padre por su parte ha anunciado su retiro de los escenarios”.

Otros intérpretes que se esperaba iba a reclamar el trono de la música ranchera es Pepe Aguilar, hijo del famoso cantante también ranchero Antonio Aguilar, sin embargo Pepe también optó por la balada pop ranchera.

“Sencillamente antes los autores hacían canciones para vivir, ahora las hacen para comer”, dijo Martín Urieta, compositor mexicano de música ranchera.

Lo cierto es que con la desaparición de los últimos grandes— como Juan Gabriel y Joan Sebastian y la la retirada de Vicente Fernández, la música vernácula por excelencia, referente de toda una nación, se ha quedado sin voz. Los compositores que quedan se han pasado a la banda norteña o al pop para sobrevivir.